martes, 29 de marzo de 2016

El PP desconocía la enorme diferencia entre captación y cooptación

MLFA
La única 'captación' corrió a cargo del de Obras, se cansó pronto, (Foto 'miciudadreal.es')

Claro que tampoco era consciente de que había ganado las elecciones de 2011, en los tres ámbitos: local, autonómico y nacional; pero nosotros nos referimos al local, es decir al ámbito municipal; desconocen la diferencia entre ‘captación’ y ‘cooptación’; eso entre otros desconocimientos que iremos desbrozando, si ello es posible, porque cada día resulta más evidente que lo que queda son pajitos. Y pajitas, que en eso han quedado grandes pasiones que el viento de la derrota se llevó.

La ‘cooptación’ consiste, como saben muchos políticos españoles, en nombrar o ratificar a alguien, normalmente un miembro del partido, por los que ya forman parte de él; ese poder de ‘cooptar’ suponía un riesgo añadido, ya que era relativamente fácil caer en la arbitrariedad, como se pudo comprobar en Manzanares y otros pueblos de la provincia de Ciudad Real, donde el ‘ostiazo’ que se llevaron fue del modelo Barberá. (Cotillas de 13 a 7 concejales).

Quisieron ‘intervenir’ la revista de la iglesia, dando por sentado que se trataba de una simple cooptación y la cosa se complicó hasta un punto en que no habían pensado, ni tan siquiera imaginado; la revista se volvió contra ellos y hoy es uno de los (débiles) apoyos mediáticos de Julián Nieva, que, como saben ellos, nunca les va a fallar, y les va a dejar en paz, sin intentos de cooptación.

Otrosí ocurrió con el mundo de la cultura (con minúscula) manzanareña; claro que les festejaban (relación entre jóvenes dispuestos a ennoviarse); acudían a los saraos, en los que no les hacían puñetero caso, ellas y ellos (los ediles) eran los que hablaban de cultura, y lo hacían sin parar, y sin fijarse en los rostros de asombro del pintor o el artista (con minúscula) correspondiente; nos referimos a los de casa, porque con los Alborán (100.000 €) y compañía, que no son cultura, se les escapaba el ‘pis’ y callaban entre simples suspiros o gemidos de complacencia.

¿Cuánta cultura popular (de pueblo) se puede promocionar con 100.000 €?

La cooptación tampoco funcionó en las empresas del Polígono; éstas no veían la hora de que llegaran (de vuelta) los socialistas. Hubo un momento crítico en una de las más grandes; llegados del extranjero sus grandes directivos, saludaron al equipo de gobierno del PP, y al hacer la reserva del almuerzo en el Parador de Turismo, pusieron como condición que no acudiera ningún político, o se irían a comer al de Almagro, uno de ellos sentenció: ¡No hemos venido para perder el tiempo!

Confunden, reitero, cooptación con captación; así, en cada evento, él y ella, los más ‘hostiados’ de todos, creían que no paraban de ganar adeptos y masa social, además de empresarial, que pueden influir en el sentido del voto, máxime tratándose, una gran parte del cuerpo electoral, de gentes buenas pero ignorantes, a estas alturas del siglo XXI, que ya le manda huevos, que diría aquél del PP al que Rita envió la caja de naranjas a Londres.

Por medio de la ‘captación’ se logra la atención, la voluntad y hasta el afecto, de las personas; a partir de ahí se consolidan equipos humanos y políticos, fundamento base para mantenerse airoso y seguro cuando la situación se complica. 

Sobre todo para no convertirte en ‘pajito’ que se llevará el viento