MLFA
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| Asesinato en la peluquería; la realidad supera a las películas de la Mafia, (Foto de 'el impulso') |
Coincidió con el cese de actividad de “Azuer Digital”, el 14 de Septiembre de 2015; resultaba imposible atender a tanta demanda judicial como nos interponían, y a mi novela; cuando tuve el honor de participar en Bilbao, en el mes de Octubre, en un encuentro sobre reinserción e integración social. Allí pude exponer mi teoría sobre la ‘integración preventiva’, bien diferente a la tan manida y unida (siempre) a la reinserción. La repetida reinserción-integración, que, como hemos comprobado, no funciona.
Integración preventiva significa ‘acogimiento’; no se trata de recomponer el juguete que se nos ha roto, en este caso personas (serían las rotas), cuya voluntad, cuando arriban a nuestras costas y aeropuertos, no es la de delinquir; eso llega más tarde, cuando son conscientes de que no son bien acogidas, en cualquier caso, esta ausencia de acogimiento es muy injusta, les hace mucho daño y es totalmente inmerecida.
Desgraciadamente teníamos razón; el aumento de la delincuencia en los colectivos de gitanos, a pesar de los buenos oficios de sus padres y patriarcas que contemplan con tristeza y desesperación la situación de sus jóvenes. También habíamos advertido del riesgo que suponía el descontrol, además del desprecio que sufren, de grupos latinos que son nuestros hermanos al compartir lengua y cultura. España se convierte, ya lo advertimos, en país de riesgo; es ahí donde cierta inmigración del Magreb y del Este, elementos situados en la marginalidad, aprovechan la debilidad del Estado y, sobre todo, la discriminación que (ellos) sufren, para interaccionar con los otros dos colectivos citados y ‘desaparecer’ del sistema, sumergiéndose en circuitos de delincuencia, donde ‘crecen’ en formación de orden delincuencial y su osadía es llevada al extremo.
El efecto ‘llamada perversa’, del que tanto se habló hace años, se ha producido
El Acuerdo de la Vergüenza de la Unión Europea contribuirá, no les quepa la menor duda, a nuestra inseguridad, y habrá autores que justificarán esa previsible actitud violenta por parte de los refugiados, maltratados por esta Europa de raíces cristianas. Ya hay ciudadanos que dejan la cena a medio terminar (afectados) a la vista de tanto niño ‘sacrificado’.
