Luz de Gas
David y Goliat, (Fotografía del 'Pulso Digital') |
Los filisteos reunieron su ejército para la guerra; se concentraron en Vallado de Judá y acamparon entre Vallado y Cavada, en Fesdamín. Saúl y los israelitas se reunieron y acamparon en Vallelaencina, y formaron para la batalla contra los filisteos. Los filisteos tenían sus posiciones en un monte y los israelitas en el otro, con el valle en medio.
Del ejército filisteo se adelantó un campeón, llamado Goliat, oriundo de Gat, de casi tres metros de alto. Llevaba un casco de bronce en la cabeza, una cota de malla de bronce que pesaba medio quintal, grebas de bronce en las piernas y una jabalina de bronce a la espalda; el asta de su lanza era como la percha de un tejedor y su hierro pesaba seis kilos.
Su escudero caminaba delante de él. Goliat se detuvo y gritó a las filas de Israel: ¡No hace falta que salgan formados a luchar! Yo soy el filisteo, ustedes los esclavos de Saúl. Elíjanse uno que baje hasta mí; si es capaz de pelear conmigo y me vence, seremos esclavos de ustedes y me vence, seremos esclavos de ustedes; pero si yo soy más fuerte y lo venzo, ustedes serán esclavos nuestros y nos servirán.
Y siguió: ¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Échenme uno, y lucharemos mano a mano! Saúl y los israelitas oyeron el desafío de aquel filisteo y se llenaron de miedo.
David era hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos, y cuando reinaba Saúl era ya viejo, de edad avanzada; sus tres hijos mayores habían ido a la guerra siguiendo a Saúl; se llamaba Eliab el primero, Abinadab el segundo y Samá el tercero. David era el más pequeño. Los tres mayores habían seguido a Saúl; David iba y venía del frente a Belén, para cuidar el rebaño de su padre. El filisteo se aproximaba y se plantaba allí mañana y tarde; llevaba ya haciéndolo cuarenta días.
Jesé dijo a su hijo David: Toma media fanega de grano tostado y estos diez panes, y llévaselos corriendo a tus hermanos al frente, y estos diez quesos llévaselos al comandante. Mira a ver cómo están tus hermanos y toma el recibo que te den. Saúl, tus hermanos y los soldados de Israel están en Vallelaencina, luchando contra los filisteos.
David madrugó, dejó el rebaño al cuidado del rabadán, cargó y se marchó, según el encargo de Jesé. Cuando llegaba al cercado de los carros, los soldados salían a formar, lanzando el alarido de guerra. Israelitas y filisteos formaron frente a frente. David dejó su carga al cuidado de los de intendencia, corrió hacia las filas y preguntó a sus hermanos que tal estaban. Mientras hablaba con ellos, un campeón, el filisteo llamado Goliat, oriundo de Gat, subió de las filas del ejército filisteo y empezó a decir aquello. David lo oyó; los israelitas huyeron aterrados. Uno dijo: ¿Han visto a ese hombre que sube? ¡Pues sube a desafiar a Israel! Al que lo venza, el rey lo colmará de riquezas, le dará su hija y librará de impuestos a la familia de su padreen Israel.