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Ignacio Sánchez Mejías según Luis López. (Foto 'taurología.com') |
Arrancaba el siglo XXI cuando José María Molina, portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Manzanares, invitó a María Luisa del Río a unirse al equipo del partido; la invitación tuvo lugar en la celebración de una capea de aquellas que realizaban los aficionados a la tauromaquia en versión cutre; de hecho aquellas ‘peñas’ desaparecieron pocos años después; a excepción, claro está, de la prestigiosa Peña Taurina ‘Ignacio Sánchez Mejías’ en honor y homenaje al gran torero y poeta de la Generación del ‘27’, fallecido, como consecuencia de la grave cornada recibida el 11 de Agosto de 1934 en la plaza de toros de Manzanares, dos días después de la cogida en un hospital de Madrid.
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María Luisa del Río, a quien no se le conocían veleidades políticas conservadoras, ni de otro cariz, se sumó al grupo popular; con ella lo hicieron Serna y su esposo, Gómez del Pulgar, Arroyo, Jiménez, Sánchez Migallón, y algunos más, como la cuñada de María Luisa y un tal don Francisco, rescoldo del viejo franquismo, amen, claro está, del director de orquesta, que era el propio José María Molina, y que fue quien nombró 'portavoz' a María Luisa del Río.
Ninguneados por Miguel Ángel Pozas, incluso insultados por su lugarteniente falangista, lucharon a su manera (más bien poquito) y llegaron a obtener siete concejales en 2003. Después de un periplo de sedes sociales: Capuchinos, Molinos de Viento y Pérez Galdós, y algunos cambios en las candidaturas entre las que destacaron Rodríguez y Enriqueta; Mari y Felipe Molina (estos dos últimos no fueron concejales), más tarde se incorporó Felipe el de la Universidad Popular, y por último el clan de ALM, que dejó el grupo municipal reducido a la mínima expresión – seis concejales en 2015 – después de ganar las elecciones de 2011 por el efecto Zapatero y la fractura entre ‘pozistas’ y ‘nievistas’.
Harakiri, para excusarse de sus errores, (Foto de Guzman Urrero) |
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