jueves, 16 de junio de 2016

Por la boca muere el pez, y Labián estuvo a punto solo por discrepar

MLFA
Actualizado el 16/06/2016 a las 13:13 horas

Una imagen vale más que mil palabras. (Foto 'Libertad Digital')

Todos recordamos la campaña de primarias para la elección de Secretario General del PSOE; los candidatos eran Sánchez, que resultó ganador; Madina, víctima de ETA, en segunda posición; y Pérez Tapias, que resultó ser el gran derrotado, a pesar de su indudable valía. Ocurrió que la cúpula del PSOE decidió un cambio de ‘look’, después del siniestro Rub-Alkaba (en cuanto a imagen y gestualidad se refiere). Madina sufría, según muchos militantes vascos, un Síndrome de Estocolmo (parcial) hacia la banda asesina que lo dejó tullido de por vida.

En Ciudad Real, curiosamente, se volcaron a favor de Madina, votaron a favor el 56%

La gran adalid de Eduardo Madina fue Beatriz Labián; concejal en Manzanares y diputada regional – ahí es nada – en las Cortes de Castilla la Mancha; hasta el punto de que organizó y presidió una plataforma en defensa de la candidatura de Madina y recorrió los pueblos de la provincia al frente de dicha plataforma. Mientras tanto, Julián Nieva permanecía calladito, como siempre, esperando el resultado de las primarias para apuntarse al caballo ganador, que fue Pedro Sánchez.

Dada su escasa capacidad de análisis político llegó a la peregrina conclusión de que Beatriz Labián quedaba amortizada y decidió relegarla al ostracismo político, no fuera que se enfadara Pedro Sánchez, el nuevo ‘señorito’ de la PSOE, SA, con el que había que estar a bien.

Nieva, que sufrió bullying y despido en los bolsos, visitó a sus verdugos como candidato

Ello debería bastar para juzgar al personaje, que sonreía al de los bolsos; incapaz de decirle a García Page, siquiera por dignidad: ¡Emiliano!, que te acompañe otro a saludar a esa gente. Y es que Nieva es de aquellos que se les llena la boca con lo de ¡Dignidad y Justicia! aplaudiendo con las orejas a Baltasar Garzón, y proclamando a los cuatro vientos: ¡Socialismo en libertad! y ¡No al bullying!

En 2014 me confesó que Beatriz y él eran un tándem, el resto era intercambiable

Colocó a Beatriz Labián en el puesto número ocho de la candidatura; de forma que no saliera elegida concejal (detrás de Pablo Camacho) ¿Dónde quedaba el tándem? Y la apartó de las candidaturas ganadoras a diputada regional; vamos, que se la cargó, políticamente hablando.

En el provincial no se enteraban de nada, preocupados como estaban porque sabían que iban a perder las elecciones; en el regional mucho menos, ya que conocían que dependerían de ‘Podemos’, porque las elecciones las ganaría Cospedal.

Ocurrió el milagro de los panes y los peces; de lo cual nos congratulamos

A partir de ese momento, calmados tras la victoria, la primera pregunta que hicieron a Julián Nieva sus jefes fue la siguiente: ¡Tío! ¿Estás loco o eres un mal socialista y peor persona?

Cuando Nieva vio lo que se jugaba en el envite, se la ‘envainó’, de hecho la sucesión en la alcaldía, personificada en Beatriz Labián, le viene ‘impuesta’ de arriba, al considerar a ésta como dechado de varias virtudes: (desconocidas en Julián)

Joven, mujer, inteligente, preparada, ‘limpia’, socialista, madre, concejal y diputada

PS – Mira por donde, es tan débil la posición actual de Nieva, como venimos informando puntualmente, que, de no ser por Beatriz, el ayuntamiento de Manzanares sería un caos, sobre todo ahora que se ha jubilado su gurú, su pinza en el pellizco que le arrearon a Pozas en plena nariz; por no hablar de su contubernio desde 2009, que colocó a Pozas a los pies de los caballos. No digo, por decoro, dónde le han ‘pellizcado’ a Nieva sus actuales jefes de partido, y que se ande con mucho tiento.

Nunca se debe hablar ‘ex cátedra’, pero es mi opinión que Beatriz será alcaldesa