Luz de Gas
Desierto del Negueb, la Ruta del Incienso. (Foto de archivo) |
Abrán subió de Egipto al Negueb con su mujer, sus posesiones y con Lot. Abrán era muy rico en ganado, plata y oro. Desde el Negueb se trasladó por etapas a Betel, al sitio donde había fijado en otro tiempo su tienda, entre Betel y Ay, donde había construido un altar; y allí invocó el nombre del Señor. También Lot que acompañaba a Abrán, poseía ovejas, vacas y tiendas; de modo que ya no podían vivir juntos en el país, porque sus posesiones eran inmensas y ya no cabían juntos. Por ello surgieron discusiones entre los pastores de Abrán y los de Lot. (En aquel tiempo cananeos y fereceos ocupaban el país).
Abrán dijo a Lot: No haya discusiones entre nosotros dos ni entre nuestros pastores, pues somos hermanos. Tienes delante todo el país: si vas a la izquierda yo iré a la derecha; si vas a la derecha yo iré a la izquierda. Lot echó una mirada y vio que toda la vega del Jordán, hasta la entrada de Zoar, era de regadío (esto era antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra); parecía un jardín divino, o como Egipto.
Lot se escogió la vega del Jordán, y marchó hacia levante, y así se separaron los dos hermanos. Abrán habitó en Canaán. Lot en las ciudades de la vega, extendiendo las tiendas hasta Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y pecaban gravemente contra el Señor.
El Señor habló a Abrán, después de que Lot se había separado de él: Desde tu puesto dirige la mirada hacia el norte, mediodía, levante y poniente. Toda la tierra que abarques te la daré a ti y a tus descendientes para siempre.