domingo, 17 de abril de 2016

Zaida declaró que llevaba gastados 30.000 € y había enfermado

La Voz de Galicia
07/06/2015
Capitán Zaida Cantera, (Foto La Voz de Galicia)

Zaida Cantera: La historia de la mujer que sufrió acoso sexual en el ejército

El tribunal militar le dio la razón a Zaida Cantera en una sentencia sin precedentes. Pero desde entonces esta capitán del Ejército de Tierra ha vivido un auténtico vía crucis que le ha llevado a desear abandonar las Fuerzas Armadas. En estos momentos se encuentra de baja, pero ha dejado otros cuatro oficiales imputados por «persecución laboral» o «acoso moral». Contó su historia a Jordi Évole en «Salvados»

A pesar de que su relato no es sencillo, Zaida Cantera ha sacado fuerzas y se ha sincerado este domingo ante Jordi Évole y ante 3.544.000 espectadores que siguieron con sorpresa el programa. Con voz entrecortada, Zaida Cantera detalló en un Salvados muy esperado por los seguidores habituales, y que según el propio presentador no ha estado exento de presiones, un auténtico calvario que hace unos años consiguió una escasa cuota de protagonismo entre algunos medios. Años después, Zaida Cantera ha decidido dar un golpe sobre la mesa y recoger su historia en el libro No, mi general -escrito a dos manos por la propia Zaida y la diputada de UPyD Irene Lozano-. Junto con el libro, esta capitán ha decidido romper de una vez con su silencio y explicar su historia abiertamente en televisión; una historia que ha provocado conmoción en las redes. 

Fotografía de 'elmundo.es'

Zaida Cantera era hasta ayer una mujer anónima en la sociedad civil, pero su nombre es más que familiar en el Ejército español. La capitán ingresó en las Fuerzas Armadas en el año 1997. Hasta hace tres años contaba con una hoja de servicios impecable. Con calificaciones brillantes. Su vida, tanto personal como profesional, dio un giro de 180 grados cuando en marzo del 2012 decidió tirar de la manta, algo poco habitual en una estructura tan jerárquica como la militar.

Zaida Cantera denunció por acoso sexual a su superior 

Después de meses de silencio, Zaida Cantera abrió valientemente una puerta delicada: denunció por acoso sexual a su superior, el entonces teniente coronel Isidro José de Lezcano-Mújica. «Llegó a decirme que acabaría conmigo», relata una valiente Zaida. Le hizo la vida imposible. «Se cruzaba conmigo por los pasillos y me hacía el gesto de una pistola con la mano». «En una ocasión, preguntó cuál era mi tienda y le indicaron otra diferente -cuenta-. La tienda que le habían señalado apareció con pintadas que rezaban "Zaida no vuelvas"».

La historia de Zaida Cantera pone los pelos de punta. Sin embargo, la versión de Lezcano nada tiene que ver. Como si de dos películas distintas se tratase, el teniente coronel aseguró durante el juicio -Salvados recoge algunos fragmentos- que Zaida Cantera utilizó «su condición de mujer» para hundirle la vida. «Es una persona narcicista, prepotente, visceral, no admite que le llamen la atención», se reafirma en su relato Lezcano. El de los testigos, altos mandos del Ejército, tampoco es alentador. La mayoría dice no recordar. Una cadena de mandos que, según Zaida, consintieron y giraron la cabeza. El teniente coronel Lezcano-Mújica fue ascendido a coronel, pese a estar acusado de un delito militar.

Hoy; Zaida Cantera e Irene Lozano son diputadas por el PSOE, ¡menos mal! 

Muchos de sus compañeros fueron unos cobardes, lo que les inhabilita para el mando, (Foto 'rotaaldia.com')

Aún así, Zaida consiguió dar la vuelta a una cultura que beneficia a las cúpulas del Ejército y perjudica a los de abajo. «Eso requería un castigo ejemplar», explica Irene Lozano, diputada de UPyD, quien tras conocer el caso se puso en contacto con el marido de la capitán y decidió llevar su caso al Congreso. «Nunca debes empezar una guerra que no sepas que vas a ganar», le avisó un miembro del Ejército al marido de Zaida Cantero antes de que ambos decidiesen enfrentarse a la cúpula militar.

«Si consigo que algo cambie, ya habrá tenido sentido», mantiene, sin embargo, la protagonista de la historia, que todavía forma parte del Ejército, inició los trámites para abandonarlo y actualmente se encuentra de baja. «Psicólogos y psiquiatras me recomiendan que tengo que aceptar que estoy tocada, que no es normal que tiemble cada vez que llega una notificación a mi casa», explica. «Prefiero dejarlo y ponerme a la cola del paro antes que vivir arrodillada, y me encanta el Ejército». Su decisión de irse es irrevocable.

30.000 € en abogados y procuradores, ¡Eso que era la víctima!