Luz de Gas
Y pensar que mentir ha arrollado a Cameron, al de Islandia y al argentino
De estos tres, ya ha caído el ‘borde’ islandés, Gunnlaugsson; y las van a pasar ‘canutas’ los otros dos: el británico Cameron, paradigma de ‘manos limpias’ en la Gran Bretaña; y el argentino Mauricio Macri, a quien se le llenaba la boca hablando siempre de ‘transparencia’, como Miguel Ramírez, el ‘nueve’ de Julián Nieva, muy aficionado a estos dos palabros: ‘transparencia’ y ‘coherencia’, quizás porque no van con él mismo, y trata de hacerlos ‘suyos’.
Confirmado: Ramírez del PSOE-IU-GANEMOS no aparece en los ‘Papeles de Panamá’
Empezaremos por la mentirosa patológica (políticamente hablando) Susana Díaz, que juró y perjuró ante el Cristo de Triana (que algún día le pedirá cuentas) su negativa a presentarse a la Secretaría General del PSOE; aquella que profesó amor (político) eterno a Pedro Sánchez. Y no sería que no se repetía hasta la saciedad, más que un plato de berza con ajos quemados.
Resulta vergonzante de lo que son capaces para vivir ‘de’ la política, y no ‘para’
Línea y media para definir a Pedro Sánchez; no es correcto tildarle de ‘ambicioso’, ya que la ambición es lícita, muy humana, y motor para grandes conquistas económicas y sociales, incluso políticas (las menos). Hablamos de ambición ‘desmedida’ en la que todas las traiciones y vesanías tienen cabida. Nos queda mucho por ver en estas próximas semanas, tanto como para sentirnos humillados y apostar por la abstención generalizada; claro que no nos caerá esa breva, porque el españolito considera acto ‘social’ el hecho de acudir a votar, aunque el candidato sea un corrupto o, como en este caso, un mentiroso compulsivo.
No confundir cambios de estrategias, algo lícito, con mentir a sabiendas
Hasta Albert Rivera (Mr. Proper) ha caído en la mentira y en la trápala. Son los hombres y mujeres de ‘Podemos’ los únicos que no han engañado a nadie. Rajoy mintió hasta en las cuentas del Estado, y le daría igual ‘juntarse’ con el PSOE que con ‘Ciudadanos’, con tal de seguir en el ‘machito’.
Conviene recordar esto de vez en cuando, aunque lo demos por sabido