MLFA
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| Fotografía de 'europapress.es' |
Anotaciones sobre el incendio del edificio de Oviedo
En el capítulo anterior hablamos de la importancia del control del agua cuando los bomberos están en la fase de ataque, allí donde se alcanzan temperaturas elevadas. Y éste ha sido uno de los factores que han contribuido a que el enfriamiento resultara demasiado lento; parece ser que utilizaron hidrantes (tomas de agua) de regadío; no los correspondientes a la lucha contra incendios, que son hidrantes con mayor presión de agua; ello, como es lógico, a resultas de la investigación que ya están realizando los expertos de la ciudad y algunos venidos desde Madrid.
Añadir que la edad del bombero fallecido, 56 años, no es la adecuada para estar en punta de ataque a gran altura; siendo así que con esa edad está capacitado para otras tareas en la misma brigada de ataque, aunque este aspecto del drama aumenta la heroicidad de Eloy Palacio Alonso, bombero fallecido. Descanse en paz y nuestras oraciones y solidaridad con sus familiares.
FUEGO CLASE “D”: Es el producido por minerales y metales combustibles, Como el sodio, aluminio en polvo, compuestos químicos, reactivos, tan utilizados hoy en la industria, que no pueden ser apagados con agentes extintores convencionales. Es en estos fuegos donde interviene la reacción en cadena, deberemos romperla.
Este tipo de fuego es muy peligroso por el riesgo de explosión, y por la emanación de gases tóxicos (incluso radioactivos) al entrar en contacto con el agua.
Rompemos la reacción en cadena de tres formas, generalmente:
Enfriamiento: aplicando grafito o coque (carbón) para absorber el calor.
Sofocación: utilizando sílice en capas.
Sellado: con diferentes resinas, para garantizar la sofocación definitiva.
