Cristina Fuentes
APDHA
Fotografía 'El País' |
¿Por qué se produce esta situación?
Antes de comenzar con los aspectos legales por los cuales se produce esta situación, es conveniente puntualizar qué se entiende por porteadoras. Las porteadoras son mujeres marroquíes que residen – principalmente – en la ‘diluya’ de Tetuán – es decir, en los municipios de Castillejos (Fnideq), Rincón (M’diq), Martil y Tetuán – que cruzan a Ceuta para recoger y cargar con fardos de mercancías a sus espaldas y sacarlos al territorio marroquí.
La importancia geopolítica y geoestratégica de la ciudad de Ceuta – como puerta del Estrecho de Gibraltar – y el impacto que genera tanto en las relaciones internacionales europeas y marroquíes como en la sociedad de la ‘diluya’, provoca que cualquier alteración fronteriza tenga una enorme repercusión.
¿Por qué es necesario el trabajo de las porteadoras?
Porque no existe aduana comercial entre Ceuta y Marruecos
De tal modo que si una empresa ceutí quiere realizar una operación comercial en Marruecos no puede cruzar con su mercancía por la frontera del Tarajal, puesto que esta frontera actúa como control de personas no de mercancías. Dicha singularidad frena el flujo normal de exportaciones entre dos territorios vecinos, al no poder circular libremente mercancías entre la frontera hispano-marroquí, y genera que estas mercancías tengan que salir ‘alegalmente’ a la espalda de las porteadoras por el paso del Biutz o escondidas en los vehículos que cruzan la frontera del Tarajal (Fuentes, 2016).
Marruecos no reconoce la soberanía de España sobre Ceuta
El hecho de que no exista una aduana comercial entre ambos territorios se debe a la negativa de Marruecos de reconocer la soberanía de Ceuta como territorio español ya que, al no considerar Ceuta como ciudad española, no reconoce la existencia de una aduana entre los dos espacios geográficos. Sin embargo, como paso de personas que es la frontera del Tarajal, la legislación marroquí regula que las personas puedan entrar a su territorio con lo que lleven en su cuerpo en concepto de equipaje de mano (López-Sala, 2012).
De esta forma nos encontramos que las porteadoras deben cargar con los fardos encima de sus espaldas en lugar de utilizar para ello carretillas u otros medios.