sábado, 11 de marzo de 2017

Convertido en "estatua de hielo" ante la extorsión de un periodista

MLFA
Gerente de NOGARO

Pista de Hielo de NOGARO. Monte Artxanda. Bilbao. Inicio de los "70".

Ocurrió a principios de los “70”, es decir que ha llovido bastante desde entonces, lo que demuestra que la corrupción de parte de la profesión periodística no apareció en la época de democracia imperfecta y corrupta que nos ‘regalaron’ a finales de esa misma década. Sigan leyendo, les garantizo que se van a divertir; y no hay miedo a que nos interpongan demandas por haber fallecido los protagonistas. Tampoco los identificaré por respeto a sus familias, si bien es cierto que los de mi quinta les van a reconocer, al tratarse de miembros de ETA y del Batallón Vasco Español, y de Radio Bilbao.

Lo de aquel mierda-periodista tiene tela marinera y supuso una lección para este novato

Ocupaba el cargo de Gerente de la pista de hielo de ‘NOGARO’, recién instalada en el monte Archanda (hoy Artxanda); me habían ‘enchufado’ amigos de mi padre con la finalidad de quitarme de la cabeza los barcos – era oficial de Puente de la Marina Mercante – y allí estaba yo con despacho y secretaria sumisa (como la de la canción de Mocedades). La verdad es que no importaba que desconociera el negocio, nadie entendía entonces sobre gestión de pistas de hielo. Yo había pertenecido a la selección Española de Hockey sobre patines, si bien en calidad de suplente; aquello me concedía ventaja sobre los directivos, meros inversores (que pronto abandonaron, según me enteré años después, por quiebra). NOGARO desapareció hace ahora 35 años. Su breve historia estaría en archivos de equipos de Hockey sobre hielo, posteriores a mí y yo en ella.

Comencemos con el periodista, ahora que están de moda (algunos de ellos por corrupción); también el novio de la Preysler, que compara a Podemos con la ETA. Pero si usted le llama ‘sudaca’ (a él) le llevan por delante hasta el juzgado de guardia.

Habíamos organizado un festival de patinaje artístico y en medio del lío apareció un periodista de radio Bilbao, un tipejo chulesco que no tenía media ostia pero que me espetó a bocajarro dos mordidas: una, la oficial, para la emisora, y otra, superior, para él mismo; quedé alelado (ahora se dice pasmado), vamos que le debí parecer una estatua de hielo (lo cual resultaba apropiado en una pista de hielo) y se sentó en el pico de la mesa (como el Wyoming) para impresionarme-intimidarme (deduje que los periodistas eran unos hampones, era el primero que conocía); huelga decirles, queridos lectores, que lo saqué a empellones y la secretaria me denunció a la dirección, se trataba de una empresa privada NOGARO S.A. que me dio un ‘toque’.

Y ahora vamos a lo trágico-cómico; el accionista que me llamó al orden y aceptó la doble mordida era un músico militar del cuartel de Garellano, que andaba en lo del BVE y la ultra derecha, si no recuerdo mal, contra el que atentó ETA; quedó gravemente herido a pesar de recibir varios disparos. Ítem más, una vez medio recuperado el hombre – que daba lástima según se dijo – ETA volvió a atentar contra él, que, milagrosamente, volvió a salvar la vida (gracias al Señor), aunque quedó lisiado. Supongo que el pobre hombre ya habrá fallecido.

He dicho trágico-cómico y he dicho bien; había otros dos accionistas con mando en plaza, uno de ellos desautorizado antes de mi incorporación. ¿Y el otro, se preguntarán ustedes? Pues el otro pertenecía a un comando de apoyo a ETA, no digo su profesión, sólo que era deportista ya fallecido. Convivían y ganaban (en este caso perdían) dinero los asesinos y sus víctimas. 

Abandoné aquella casa de locos con motivo de una llamada de alguien, que dijo pertenecer a la banda terrorista, en el preciso momento en que daba comienzo una exhibición de patinaje sobre hielo y que me advertía de la existencia de una bomba en la instalación (que tienen en la foto de cabecera). Llamé a la Guardia Civil y ordené la evacuación de más de 600 personas, lo que provocó un enfrentamiento con el accionista ‘etarra’ (entonces yo desconocía su pertenencia a la banda), que resultó definitivo.

Historias aparte; conviene recordar el pasado si queremos afrontar el futuro

PS – Saludo a las personas, civiles o militares, coetáneos míos, que ya han identificado a los protagonistas de esta historia tan real como peculiar, además de trágica. Y otra cosa; en calidad de escritor de libros técnicos, conferenciante, ponente en Jornadas Europeas de Pesca (PPC), autor de una novela y bloguero; he podido constatar que aquello que me ocurrió con el periodista de Radio Bilbao es algo habitual en esta profesión. Algunos políticos y algunos periodistas son ‘socios’ en materia de corrupción, (algunos de ellos ayudados por policías, también corruptos), socios como el etarra y la víctima de mi historia.