Betania
Con la fotografía de la cúpula de 'Podemos' de 'La Voz Libre' parecería que sobra el texto de Betania. |
Se han confirmado los peores presagios; Pablo Iglesias, líder de ‘Podemos’, ha resultado ser un vendedor de ‘crecepelo’ en un momento en que la moda española apuesta por ‘calvos’, o, cuando menos, ‘rapados’. Se nos ‘vendió’ cierta cualificación intelectual de este individuo, al tratarse de un docto profesor de la Complutense y no supimos entrever que, en una sociedad ‘mediocre’ como la española, también hay profesores ‘mediocres’; además de mecánicos, electricistas, carpinteros, albañiles, ingenieros, economistas, periodistas, médicos, informáticos y demás pseudo profesionales del ‘poco’ o de la ‘nada’, que hacen que nuestro país no resulte competitivo; máxime si tenemos en cuenta que esta mayoría para nada cualificada está 'pastoreada' por políticos corruptos a los que no interesa, bajo ningún concepto, un cuerpo socio-profesional preparado para los retos de una sociedad en constante cambio.
La última intervención de Pablo en el Congreso resultó cansina, inane y fuera de lugar; había que fijarse en el rostro de su portavoz-pareja, aquel rictus de indiferencia, casi sorpresivo, lo decía todo. Este joven no está preparado para debatir ni con Rajoy, que ya es decir. En la próxima confrontación electoral auguramos una debacle de estos nuevos-viejos políticos que arrastrará a sus ‘confluencias’ por el sumidero político.
Se repite la historia; la gente de izquierdas preparada y debidamente concienciada no está por la labor política y la deja en manos de ‘ningundis’ vividores como Gaspar o voceros austeros del esperpento como Julio; así nos va, claro. Aquellos 28 diputados del PCE de los “80” se convirtieron en los 2 diputados de “IU” en 2015; y estos 71 de ‘Podemos’ y las ‘Consecuencias’ (como les llaman algunos) se reducirán a la mitad en la siguiente ‘embestida’ electoral. Al contrario que la coalición ‘SYRIZA’ de Alexis Tsipras, que, desde los mismos ‘71’ diputados, pasó a obtener la mayoría absoluta en las dos convocatorias electorales consecutivas. Tratar de reírse de 5 millones de españoles de calidad, (de quienes tienen conciencia crítica y avidez por el cambio), se paga, y a precio caro, porque afecta a los más dignos. ¿Te enteras, Mardones?
También los ciudadanos sabemos reinventar a Quevedo: ¡Pablo! ¡Haces cagar!