miércoles, 17 de mayo de 2017

Embarrancada del Costa Concordia un crucero a toda costa (04/11)

Luis Jar Torres
Traducción MLFA-CMM


EL FACTOR HUMANO

Hay razones para pensar que, en aquel momento de su vida, el ego de “il Comandante” andaba algo inflado. En su declaración ante la “Guardia Costiera”, el oficial de seguridad alabó “su carisma y su capacidad de maniobra en situaciones difíciles, evocando una salida de Marsella tres meses antes con fuerte viento y sin remolcadores. Otros dos oficiales alabaron en la prensa sus habilidades como maniobrista, aunque uno puntualizó que carecía de “conciencia y respeto por los límites extremos”; quedémonos con esta observación, porque, en un buque de casi 300 metros de eslora, la frontera entre brillantez y temeridad es difusa. La prensa también recordó que, año y medio antes, Schettino ya le había arreado un “viaje” al “Aida Blue” entrando en puerto con el “Costa Atlantica” a casi 8 nudos. 

Cabe decir que cuando se hacen dos maniobras diarias con una enorme “caja de zapatos” es difícil no entrar en la estadística, pero es significativo que, en una carta publicada por la prensa, sus superiores habrían reprendido a Schettino por el tono inapropiado utilizado con el capitán del “Aida Blue”, “no en línea con el código de estilo de nuestra compañía”. Respecto a su carácter, un oficial le describió como “autoritario, por cierto, casi intratable, uno con quien no se podía hablar nunca”; el auto de procesamiento menciona una “evaluación negativa de la personalidad del sujeto”, pero parece asociarla más a una “ligereza increíble” que a una maldad intrínseca. Sin duda Schettino era una persona complicada, pero a su manera tenía el encanto social que se espera del capitán de un crucero, pedía las cosas por favor y no transmitía la imagen de un mal tipo.

La noche del 13 de enero de 2012, el oficial “sénior” de la guardia de prima del “Concordia” era el 1er. oficial Ambrosio, al que acompañaban el 2do. oficial Ursino (en ambientación, para relevarle en Savona), la 3er. oficial Silvia Coronica (oficial subalterna), el agregado Iannelli y Jacob Rusli, un timonel indonesio que recibía las órdenes en inglés. 

Hacia las 2102 Ambrosio había ordenado caer a Br, desviándose de la ruta a Savona para poner proa a Giglio; cuando el capitán llegó al puente navegaba a rumbo 278 y 15,4 nudos, con la isla a unas 2 millas por la proa y el puertecito objeto de la “pasada” a unas 2,9 y abierto unos 25º por Er. Media milla al SE del puerto (y abierto unos 23º por Er) estaba el escollo de Le Scole, que se proyecta 0,16 millas desde la costa con dos islotes, seguidos de una piedra apenas visible y una aguja de 7,3 metros de sonda. El oficial de derrota había planificado una “pasada” a 0,5 millas de la isobática de los 10 metros, algo razonable dentro de la gravedad, pero, en mi opinión, cuando apareció el capitán ya habían cometido el error de aproximarse a la costa a un rumbo casi perpendicular, que obligaba a efectuar una brusca caída de última hora a Er. Schettino llegó a tiempo de permitir otro error (no reducir velocidad), pero comparados con los que él mismo estaba a punto de cometer, estos dos eran casi intrascendentes.

A las 2137 el maître de Giglio llamó desde el puente del “Concordia” a su vecino, el capitán Palombo, para decirle dónde estaba y permitirle ver el espectáculo; a Palombo la noticia le produjo “sorpresa y embarazo”, y la llamada le molestó porque sabía que las conversaciones del puente se grababan. Además no estaba en la isla, y el descolocado maître pasó el teléfono a Giampedroni que, tras un rápido saludo, se lo pasó por sorpresa a Schettino sin darse cuenta de que no era el momento ni la persona adecuada. Hay detalles (además de los informes) que sugieren una relación difícil entre ambos capitanes y, según Palombo, su sorpresa aumentó cuando Schettino le pidió información sobre sondas en la zona del puerto, porque quería pasar a 0,4 millas. Palombo declaró haberle informado que en esa zona “el lecho (fondo) es bueno”, pero que en invierno no había motivos para acercarse. 

Según Schettino, Palombo le habría dicho “puedo pasar ajustado y a distancia cercana”; preguntado por el fiscal sobre el significado de “cercana”, respondió que a “10 metros de la luz roja del puerto”. En la grabación disponible de la caja negra, Schettino le saluda atentamente, dice algo de pasar a 0,3/0,4 millas y se despide al cabo de 50 segundos; como planificar la ruta de los buques preguntando al vecindario es una técnica superada, consideraremos su “consulta” pura cortesía profesional.

Presentamos la derrota del “Costa Concordia” los veinte minutos previos al primer impacto. Las horas de los acaecimientos proceden de la grabación audio del VDR, y la derrota, al estar trazada a partir de posiciones GPS de la presentación radar del propio buque, debería ser casi exacta. Los datos del viento también son del anemómetro del buque, que alimentaba la presentación del radar ARPA.