jueves, 21 de julio de 2016

La Gobernanza es rechazada por los grupos de Madrid-Cibeles

“Todos los grupos del Ayuntamiento rechazan la propuesta de la alcaldesa Manuela Carmena y su equipo”

MLFA- 2012
Revista ‘SIEMBRA’
Cañada Real. (Fotografía 'abc.es')

Durante el decenio de los 90 (crisis económica y caída del ‘felipismo’) se hacen patentes algunos déficit del Estado, que es incapaz de garantizar la plena ocupación y cuyo mayor intervencionismo no ha servido para garantizar la eficiencia administrativa, ni para mejorar la competitividad de nuestras empresas. Aumenta el desprestigio de los políticos, se cuestionan las Instituciones y estalla la corrupción como fenómeno internacional (El lobo de Wall Street). Las consecuencias nos conducen a la crisis perfecta, en la cual los mercados financieros a la economía productiva y por ende provocan un fuerte aumento del desempleo.

Teodoro (PP) dijo que le había gustado pero que todo esto no era para Manzanares

La Gobernanza es el proceso mediante el cual podemos solucionar colectivamente nuestros problemas y hacer frente a las necesidades de nuestra sociedad; este proceso se realiza por interacción entre la sociedad y la propia Administración.

Es en esta década de los ‘90’ cuando algunos políticos anglosajones, así como los líderes de algunas grandes empresas, se dieron cuenta de que nuestra economía colapsará a no ser que mejoremos la educación y los sistemas de formación y controlemos los costes del sistema sanitario y de la Administración en general. España, como casi siempre, llegaba tarde a la idea de Gobernanza. Grecia, Portugal e Italia también, aunque no nos sirve de consuelo.

Hoy, ya en 2012, comprobamos con preocupación cómo nuestra reticencia a poner en marcha controles sociales a la acción de la Administración, nos conduce a la mayor crisis económica de las últimas décadas.

No debemos confundir ‘gobernanza’ y ‘gobernabilidad', a pesar de que conspicuos ‘hacedores de opinión’ utilicen este nuevo término, que les llega de los foros europeos, a volapié y confusos. Gobernanza y Gobernabilidad son dos conceptos, interrelacionados, que hay que diferenciar.

Gobernanza es un sistema de reglas formales e informales, con procedimientos, normas y costumbres que establecen las pautas de interacción y cooperación entre actores relevantes, poderes públicos, agentes económicos y sociales (que sean realmente representativos), en el proceso de toma de decisiones.

Requiere un capital social, una cultura cívica, o lo que es lo mismo, que la sociedad presente un sentido colectivo, así como comunicación, confianza y sentido de pertenencia. Precisa de capital humano, ciudadanos preparados individualmente para responder a los retos colectivos y asumirlos como propios.

Necesita liderazgos, la Gobernanza exige la aparición de liderazgos políticos, económicos y sociales. La sociedad civil toma el relevo de burocracias y sociedades de gestión enquistadas y lo hace interaccionando con los poderes públicos genuinamente democráticos.

A pesar de su tradición histórica, el modelo de administración burocrática entra en crisis en Europa durante el último cuarto del siglo XX, para pasar a convivir con modelos de Gobernanza, y ‘burócrata’ empieza a ser despectivo en nuestra sociedad. El funcionario, consciente de su permanencia en el puesto de trabajo más allá de cambios políticos, tiende a privilegiar la lealtad corporativa al sistema burocrático y su comunicación con los ciudadanos, que somos quienes pagamos su salario por medio de los impuestos, es poco fluida, más bien inexistente.

A favor de la Gobernanza se constata, en algunas naciones europeas, que la calidad del funcionamiento de las instituciones sociales, como la educación, la lucha contra el desempleo y la prevención de los delitos, es más elevada en las sociedades con mayor compromiso cívico.