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Plaza Mayor de Noblejas |
El franquismo protegió la industria vasca por medio de aranceles que dificultaban la entrada de productos siderometalúrgicos del exterior; el exponente máximo de esta política llevada a cabo en los años ‘50’ fue ‘Altos Hornos de Vizcaya’, creada en 1901, y que se mantuvo a flote a pesar de que sus precios abrasaron al sector; ni tan siquiera el INI (Instituto Nacional de Industria) del régimen consiguió doblar la cerviz al gigante de Baracaldo; el vecino de Sestao, ‘La Naval’, se veía obligado a comprar sus productos siderúrgicos, al igual que las fábricas de automóvil que hacían su aparición al inicio de los años ‘50’, sabiendo que resultaba más barato acudir al mercado internacional.