jueves, 8 de agosto de 2019

Módulos de respeto en las cárceles españolas: "la reinserción social"

Colectivo Klippe 


Un módulo de respeto es una unidad de separación interior dentro de un centro penitenciario. Tienen su origen en el año 2001 en el Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), y en la actualidad están implantados en todos los establecimientos penitenciarios de España. La finalidad de los Módulos de Respeto es lograr un clima de convivencia y máximo respeto entre los residentes del módulo. En ellos el interno deja de 'vivenciar' el módulo y sus normas como “algo impuesto” para considerarlo como “algo propio”. El factor fundamental es la participación del interno en la vida, las tareas y las decisiones del módulo, a través de grupos de trabajo y comisiones de internos. 

Normas de convivencia en el módulo de respeto

La inclusión del interno al Módulo de Respeto es voluntaria y lleva implícita la aceptación de las normas del departamento, que regulan: 

· El área personal; referente a higiene, aspecto, vestuario y cuidado de celda.
· El área de cuidado del entorno; (tareas de módulo) relativa a la utilización y mantenimiento de los espacios comunes. 

· El área de relaciones interpersonales; que incluye todas las interacciones del sujeto: con otros internos, con funcionarios, terapeutas y personal del exterior.
· El área de actividades; que regula la programación de actividades de cada interno de acuerdo a un Programa Individual de Tratamiento (PIT), independientemente de las tareas de módulo que le corresponda a su grupo 

Aunque todo lo anterior también es de aplicación a los internos incluidos en departamentos ordinarios, lo que realmente marca la diferencia es el sistema de organización, que pivota sobre tres ejes: la participación activa de los internos, la organización en grupos de tareas y una evaluación inmediata de las actividades realizadas y del comportamiento individual y colectivo. 

Sistema de grupos en los módulos de respeto

Todos los internos deben contribuir al mantenimiento y cuidado de los espacios físicos de su módulo y al desarrollo de las actividades diarias que allí se realizan. Para este fin se organizan grupos fijos encargados cada uno de ellos de una “zona del módulo”, por ejemplo la sala, el comedor, la galería, el patio, los cristales, los talleres ocupacionales, etc. Cada grupo se responsabiliza de que cada zona se encuentre en perfectas condiciones durante todo el día. 

Cada grupo lo componen un número de internos y tiene un interno responsable. Tiene asignada una zona durante una semana. Esta asignación dependerá de la suma de evaluaciones individuales que haya recibido el grupo durante la semana previa. De este modo se persigue el incremento de la responsabilidad personal puesto que el comportamiento individual repercute en el colectivo. Semanalmente el grupo que mejores valoraciones haya obtenido es el primero en elegir la tarea a desarrollar. 

Todos los internos deben reconocer que sus compañeros tienen la legitimidad y el derecho de exigir, de forma socialmente aceptable, el cumplimiento de las pautas de comportamiento establecidas en su ámbito de responsabilidad. Se apela por tanto también a la solidaridad colectiva. 

El responsable del grupo se encarga de repartir el trabajo de forma equilibrada entre sus componentes. También de solucionar los problemas internos que puedan surgir. Orientará a los internos que se incorporan por primera vez al grupo. Y como representante acudirá a la reunión o asamblea de responsables que se celebra semanalmente. 

Estructuras de participación en los módulos de respeto


En los Módulos de Respeto existen diferentes comisiones de internos que cumplen tres objetivos: 

· Posibilitar la participación en la organización del módulo. 

· Implicar y responsabilizar en la realización de las tareas. 

· Fomentar el diálogo y la negociación. 

A pesar de ello los módulos de respeto no son sistemas de autogestión, ni permiten la asunción de responsabilidades directivas ni de estructuración por parte de los internos. La última palabra la tienen siempre los profesionales y por ello es necesaria su implicación constante. 

Hay una serie de comisiones esenciales para el funcionamiento de los Módulos de Respeto: 

· La reunión diaria o asamblea general: entre todos los internos del módulo y un profesional del Equipo. Tiene por objeto comprobar si todo funciona correctamente, transmitir algunas indicaciones, recordar ciertas normas que se cumplen de forma irregular, novedades, noticias, etc. 

· Comisión de acogida: la encargada de recibir a los internos que ingresan por primera vez en el módulo, facilitando su integración 

· Comisión de convivencia: su objetivo es mediar entre los internos cuando surjan conflictos personales. Son los propios internos los que eligen sus componentes. Si la comisión no consigue su objetivo de pacificación y acuerdo, recurrirá a los profesionales del centro para que intervengan 

· La asamblea de responsables: es el máximo órgano de participación de internos. Semanalmente se celebra una asamblea a la que asisten los responsables de los grupos de tarea y los internos que imparten o se responsabilizan de alguna actividad específica. No asisten profesionales del Centro. También pueden participar otros internos para dar una mayor participación al colectivo. 

Evaluación de los internos en los módulos de respeto

La evaluación de los internos tiene repercusiones en la colectividad. Se trata de crear una presión grupal positiva, que favorezca valores como la solidaridad, la responsabilidad y el respeto mutuo. 

La evaluación también sirve de base para la toma de decisiones relativas al interno, su evolución, o servir de soporte de informes para órganos o autoridades administrativos o judiciales. 

El sistema de evaluación es complejo. Trata de reproducir, una vez más, el modo de funcionamiento de la sociedad general. Se intenta que el interno evite recibir sanciones comportándose normalmente. No se están exigiendo conductas extraordinarias sino que cada uno cumpla lo que se espera que debe hacer y dentro de los límites que a cualquiera se le podría pedir. 

La evaluación de cada interno se realiza de forma diaria y semanal. 

· Diariamente a través de los funcionarios de vigilancia del módulo. 

· Semanalmente a través del equipo de profesionales encargado del módulo.