MLFA
Intérprete Jurado en Catalunya
La percepción de los ‘justiciables’ acerca del colectivo profesional del cual dependen sus vidas y haciendas ha cambiado de forma notable en los últimos años; uno de los principales indicadores lo constituye el grado de exigencia de resultados favorables y la falta de consideración hacia la figura del abogado – defensor o acusador – que llega a convertirse en falta de respeto, displicencia, cuando no ‘desprecio’ hacia el letrado. Y algunas ‘agresiones’, dicho sea de paso. Dos son las razones fundamentales; de una parte la falta de interés real hacia el ‘caso’ del que se ocupan, que deviene en ‘incompetencia’ e incapacidad para una resolución favorable al cliente; y de otra la ‘subida’ desproporcionada e injustificada de las minutas. Favorecida en parte por el ‘escamoteo’ de hojas de encargo y presupuestos por parte de los abogados; para ellos, cualquier excusa es buena para evitar presentar presupuestos o para dar a los mismos la calificación de ‘provisionales’ (aproximados) con excusas que el cliente no puede contrastar, debido al lenguaje críptico de los leguleyos. Si alguien piensa que su cliente es un imbécil que no merece respeto, esa no es la "Coca-Cola", es un abogado. Y esta es la situación de la abogacía en nuestro país, no nos engañemos. La 'debilidad' política - consecuencia directa de la corrupción generalizada - ha dado alas a la Justicia (Jueces - Fiscales - Abogados) para tomar el poder (de alguna forma) y poder beneficiarse de ello; unos con ascensos inmerecidos y otros forrándose con el vil metal. El estrambote lo ponen los periodistas sin escrúpulos que parasitan juzgados y audiencias y 'compran' funcionarios (mal pagados y menospreciados por cutre señorías).
El cebo para el cliente es una provisión de fondos magra; al final la minuta la multiplica por 10
Algún lector se preguntará cómo es posible que los abogados corran semejante riesgo; me refiero al riesgo de no cobrar sus ‘abultadas’ y ‘engrosadas’ minutas. Estos profesionales disfrutan de un privilegio del que no pueden hacer uso el resto de profesionales ‘liberales’. Se conoce con el nombre de ‘Jura de Cuentas’, un proceso que goza de inmediatez judicial (en una justicia más lenta que el caballo del malo), por el cual – en sede judicial – se conmina al justiciable a pagar la minuta a la voz de ¡ya! si no quiere que recaiga sobre él el ‘espadón’ de la Justicia. En ese procedimiento ultra rápido ¡maravilla de las maravillas! se acortan todos los plazos; hasta los funcionarios se muestran más eficientes. Es un proceso 'ad hoc' (sólo) para abogados.
Es cierto que se puede ‘luchar’ contra la presunta negligencia del abogado, con cojones claro
A ello se debe, a esta posibilidad de ‘freírlos’, el que tengan pólizas de responsabilidad civil de siete cifras – que revierten en las minutas, ya que las pólizas las pagan los clientes, algo atípico en otras profesiones – y ‘Capitulaciones matrimoniales’, vulgo ‘Separación de bienes’, que impiden que les embarguen la vivienda, la segunda residencia, las acciones del Santander y BBVA, y los automóviles y motocicletas, que estarán a nombre de la esposa e hijos (aunque la ‘propia’ no tenga carnet de conducir). Pero la mayoría de veces la batalla se da por perdida; parece obvio que el juez se pondrá de parte del abogado, ambos son como los ángulos complementarios en la geometría.
Pregunta: ¿Quién está más preparado para ‘aprovecharse’ de la ley que un abogado?
La mayoría de periodistas son ‘carroñeros’; se parecen (algunos de ellos, no todos) a las hienas (estas comen mierda y sonríen); falsean la realidad, o, cuando menos, la distorsionan; manipulan descaradamente a la audiencia por intereses espurios (más bien bastardos) y cobran bajo mano por las informaciones ‘interesadas’ y ‘globos-sonda’, normalmente de políticos, también de empresarios; saben de todo y no saben de nada, su desconocimiento y falta de cultura lo encubren con vehemencia, dizque agresividad. No tienen ideología (salvo los de ‘Intereconomía’); asumen la propia de quien les paga; el paradigma es el diario ‘El Mundo’ y sus periodistas, que sirven para 'cargarse' a Felipe González y al Aznar y/o a M. Rajoy, pero hay muchos más. ‘La Sexta’ es otro ejemplo de manipulación que se estudia en la facultad de Ciencias de la Información, su línea editorial es de 'izquierdas', para los viejos ignorantes, (que así lo perciben, en su ignorancia), pero realiza un trabajo para la derecha más efectivo que el de Federico Jiménez Losantos. Su director es tan ‘previsible’ como un balón de fútbol y tan manejable como el de balonmano. Algunos/algunas, de ese gremio, creen que la sintaxis es una enfermedad de transmisión sexual.
Periodista e ‘hideputa’ ya son pleonasmo para gran parte de la sociedad española
Al igual que los abogados juegan con el factor ‘temor-horror’; pena de cárcel o pena de telediario (salir en los papeles, hoy pantallas). Es cierto que – a excepción de los que viven de las cloacas – los antiguos ‘plumillas’ no están bien pagados, oficialmente; en la realidad cobran ‘propinas’ de unos y otros, y grano a grano hacen granero. Periodista y corrupto también es pleonasmo; en la mayoría de profesionales de radio y TV, cobran hasta de la publicidad; el paradigma lo conocen todos ustedes, y el tipo no tiene sensación de ridículo, a pesar de que ríen de él hasta en su millonaria mansión; claro que de ‘chorizos’ va la fiesta del tipo este, ya desde hace dos décadas. A los 'lameculos' los hacen diputados; no resulta extraño que Salvini gane esta vez por mayoría absoluta; los italianos 'rechazan' al presidente de la nación; a los jueces, abogados y a los periodistas del régimen anterior. Es el 'sistema' el que está en cuestión en los países del sur de Europa. Porque está absolutamente corrompido.
Un abogado con 15 años de oficio cobra entre 8.000 € y 10.000 € al mes, 'manque pierda'
El doble que los jueces con los que se enfrentan (en algunos casos compadrean) y más del doble que los médicos. Como es obvio; estoy generalizando, hay cirujanos millonarios y jueces muy bien remunerados en la cúpula político-judicial. Además están los jueces-tertulianos, casi todos de ‘Jueces para la democracia’; y jueces-conferenciantes, todos pertenecientes a las asociaciones conservadoras; todos ellos son retribuidos generosamente, aunque, realmente, no dicen nada que pueda resultar relevante para la audiencia; el diálogo entre periodista y juez-tertuliano (30.000 € año) podría definirse como un ‘diálogo para besugos’; hay uno, muy famoso y con cara de prior, que dice sí y no, esto y lo contrario, sin solución de continuidad. En las asociaciones de jueces y fiscales – a las que nadie hacía caso en los ‘80’ y los ‘90’ – comienza ya la guerra por el cargo de portavoz; será el que cobre de la TV correspondiente. Los hemos visto ‘actuar’ en sus salas de juicio, y si los televidentes (todos mayores de 60 años e incultos) los vieran impartir justicia saldrían corriendo de la salita del televisor.
Para los griegos ¡Justicia Gratuita! es un oxímoron; se imaginan ¡Justicia de Pago!
Educación pública, no gratuita; Sanidad pública, no gratuita; gratuita o graciable era la Beneficencia. No es una ocurrencia, desde luego que no lo es; es más bien una advertencia al justiciable: ¡Oye! – seguro que eres un delincuente – si te concedo gratuidad en la justicia, haz el favor de no protestar; porque lo que se concede gratis se acepta sin más, es decir, sin derecho a reclamación.
No hay empatía con abogado y psiquiatra; con el letrado de oficio hay desprecio y asco
Los abogados de oficio – en porcentaje equivalente al 70% del colectivo – son una caterva de irresponsables que cobran del erario público – más o menos maravedíes – por representar a quienes no tienen recursos económicos. Deberíamos hablar de ¡Justicia Pública! de igual manera que - quienes hemos podido hacerlo - hemos llevado a nuestros hijos a colegios privados (Alemán, Liceo, Opus Dei, Irlandesas, La Salle, Jesuitas) y a universidades privadas nacionales y extranjeras: y hemos acudido a clínicas privadas del máximo prestigio; llámense La Concha, Barraquer, Corcóstegui, San Antonio y tantas otras en Bilbao, Madrid y Barcelona, Berlín, París y New York, recuerden ‘La clínica Mayo’, adonde acudieron Camarón, la Jurado y el presidente del BBV. No podemos hablar de ‘Justicia Privada’, pero mucho menos de ‘Justicia Gratuita’.
Existen abogados de oficio responsables; pero no superan el 30% del colectivo ¡quiá!
PS – Con las neuronas desbocadas, 37º bajo la sombrilla de paja gruesa de la piscina, se me ocurre un consejo para los lectores; partiendo de la situación de desamparo que se vive en nuestro país y del rechazo hacia los abogados de pago (cuyo rictus facial suele ser indicador de desasosiego mental, al estar pensando en el nuevo modelo de coche y en las vacaciones de 49 días-año), así como del ídem hacia los abogados de oficio (que no se leen los casos hasta sentarse en el estrado); les recomiendo se asocien a una organización colegiada – tipo Legálitas u otra similar reconocida – paguen la ‘iguala’ correspondiente (20 euros al mes) y échense a dormir. Hemos vuelto a los años ‘50’, lo hacíamos con los médicos y funcionaba (20 pesetas al mes).
Remember: accidente de coche fortuito y vas a la cárcel y a la ruina total
A la cárcel te lleva el juez con la ayuda inestimable del abogado de oficio o del seguro (otro que tal) y a la ruina te conduce un abogado de pago que garantizó que saldrías absuelto. En las cárceles españolas hay muchos más reclusos por impago de multas y accidentes de tráfico que por delitos de sangre o contra las personas. Dejemos a los abogados de pago para los Urdangarín y señora; esos cobran de fondos opacos depositados allende lejanas montañas (que diría Josemari el facha). Igual que los de Gürtel, Púnica, Lezo, ERES, BBVA, Arenas, Tarjetas Black, Viajes Halcón, y demás corruptos de postín, tantos y tantos que no caben en el artículo.
Por 1.000.000 € no te garantizan la absolución; pero sí una estancia breve en el mako
(Ese es el pacto sacrosanto entre políticos y jueces)