MLFA
Hotel Balneario 'Miramar', playa de Brazomar, Castro Urdiales |
¡Qué bonito es Castro más son las castreñas quien pudiera ir a bailar con ellas!
Cumpliendo el mandato que conlleva el himno de Castro Urdiales nos desplazábamos desde Bilbao a esta villa marinera magnífica, joya del Cantábrico, refugio y solaz de miles de vascos desde el final de la guerra civil, no en balde – muy cerquita – en Santoña había caído el ejército vasco. En el tétrico penal del Dueso (Santoña) fueron encerrados, torturados y asesinados los principales líderes vascos, tanto republicanos como nacionalistas; entre ellos se encontraba mi padre, condenado a muerte. Íbamos a bailar con las castreñas, como pedía la canción de entonces y ahora.
“27 meses condenado a muerte” es el libro que narra la tragedia de Santoña y Burgos
El viaje – 34 kilómetros – lo hacíamos en el Renault Gordini de mi padre, un coche muy rápido y peligroso (le llamaban el coche de las viudas); nada más llegar, aparcado el coche en el paseo marítimo, merendábamos en ‘Texas’ o en ‘Dallas’, dos cafeterías idénticas que competían con las mejores de Bilbao y San Sebastián. Santander era la gran desconocida para los vascos, se consideraba feudo de fascistas (al abrigo del Botín depredador) y de los herederos de los ‘indianos’ que habían esquilmado ‘las Américas’, los ‘castreños’, pescadores y conserveros, no habían participado en el expolio y sentían querencia ‘por lo vasco’, de hecho somos muy bien tratados en esta magnífica (no me canso) villa marinera, siempre lo hemos sido.
De Santander recuerden al Marqués de Comillas, que consiguió su fortuna con el tráfico de esclavos y materias primas y nos dejó un hospital general muy considerado (lo hizo para apaciguar su conciencia, claro). El imperio de los ‘Botín’ procede, en buena medida, del ‘botín’ que expoliaron cántabros y astures en América; también los catalanes, aunque éstos no trabajaban con el Banco de Santander, como es obvio.
Al atardecer, muy emocionados; íbamos al baile del hotel Miramar en la playa de Brazomar
Vista del puerto de Castro Urdiales, al fondo la iglesia de Santa María del siglo XI. |
Mi profesor se bañaba todos los días del año en el mar; sin importar el estado del mismo o la temperatura exterior. Desayunaba, organizaba a los empleados del hotel, cogía su 'Seat 600', y – hala – a Santurce a impartir sus clases. Tuvo varios ‘600’, era un apasionado del modelo, de licencia ‘Fiat’, símbolo del tardo franquismo y del ‘desarrollismo’ de los ‘Lópeces’, López Bravo y López Rodó (los del Opus Dei).
El profesor Alonso era un gran meteorólogo y mejor persona, pero todo lo del hotel fue mal
Le cayó encima la famosa ‘Ley de Costas’ y Alonso no tenía amigos influyentes (ya en la Transición), fue denunciado y los tribunales decidieron la demolición del ‘Miramar’, su vida y su pasión. Transcribo la información que me ha enviado un bloguero amigo de Laredo, acerca del periplo judicial del añorado ‘Miramar’. Mi querido profesor de Meteorología no está viviendo la gran tragedia del 'Miramar', ya no está con nosotros.
Confirmada por el TS la demolición del hotel Miramar de Castro Urdiales
El Tribunal Supremo ignora que la promoción de Castro comenzó en 1946 y el único hotel era el 'miramar' |
En el año 1955 se autorizó al Ayuntamiento de Castro el establecimiento y explotación de un edificio balneario y otros servicios en la playa de Brazomar, a través de una resolución que fue ratificada en 1963.
En el año 2008, el Ministerio de Medio Ambiente declaró la caducidad de la concesión. En septiembre de 2013, la Audiencia Nacional declaró conforme a derecho la resolución de octubre de 2010 por la que se aprobó el proyecto de demolición del Hotel Miramar y desestimó el recurso presentado por los propietarios del inmueble.
El proyecto contempla la demolición del edificio y la ejecución de obras para dar continuidad al paseo marítimo existente en las mismas condiciones en las que se encuentra actualmente.
La edificación objeto de demolición se encuentra parcialmente (606 m2), mientras que el resto (323 m2) ocupa una servidumbre de protección y de tránsito y se ubica en suelo urbano - sobre el paseo marítimo que discurre a lo largo de toda la playa de Brazomar – de tal forma que una parte del paseo son los soportales del edificio.
Expreso mi sentimiento de rechazo a la demolición de tan emblemático edificio y me uno a las asociaciones cívicas, culturales y artísticas que están reivindicando lo mismo, con argumentos más sólidos; al ser el mío meramente sentimental.
El ‘charlatán’ Revilla no está preocupado por el patrimonio arquitectónico de Cantabria
El dueño de 'Lolín' se hizo del 'PRC' de Revilla para competir con Santoña; Revilla le subvencionó con 1.600.000 €. En Castro Urdiales se conoce como el "Anchoagate" |
PS - Cantabria es el paradigma de Comunidad Autónoma que no debió existir como tal; el esperpento político que representa el patetismo de una provincia española que vive de las migajas del resto de CCAA; ha perdido su industria y le queda ruina y desempleo (se salvan los funcionarios de Revilla y el propio presidente oportunista, cipayo de los 'Botín', y la exigua burguesía santanderina). Resulta trágico constatar que es VOX quien defiende públicamente la eliminación del Estado de las Autonomías; en privado, en las salas de estar de las familias, la mayorías de españoles las rechaza de igual manera, aunque callan... y otorgan.
No hay disyuntiva; o 'Estado del Bienestar' o 'Estado de las Autonomías', por cierto, lo de 'Autonomías' es una entelequia, sólo sirven para dar empleo a miles de políticos, y sólo pueden legislar sobre el salario (las subidas) de esos mismos políticos. Cuando no les llega; desvían fondos enviados por el Estado para gestionar 'Educación' y 'Sanidad'. La especialista en semejantes artes era las tal Susana de Al Andalus. Le sigue el presidente de Cantabria, demagogo de alto riesgo, que, además, no compra las anchoas en Castro sino en Santoña, junto al penal del Dueso.