Luz de Gas
La misteriosa tabla sumérica de Nínive. (Foto 'infonoticias.online') |
El Señor es un Dios celoso y justiciero, el Señor sabe enfurecerse y tomar venganza. Camina en el huracán y la tormenta, las nubes son el polvo de sus pasos. Ruge contra el mar y lo seca y evapora todos los ríos; aridecen el Basán y el Carmelo y se marchita la flor del Líbano. Las montañas tiemblan ante él, los collados se estremecen, la tierra en su presencia se levanta, el orbe con todos sus habitantes.
¿Quién resistirá su cólera, quién aguantará su ira ardiente?
Su furor se derrama como fuego y las rocas se rompen ante él. El Señor es bueno, atiende a los que se acogen a él, es refugio en el peligro, cuando pasa la crecida. El Señor es paciente y es poderoso, el Señor no deja impune.
Extermina a sus contrarios, empuja a las tinieblas al enemigo; su adversario no se alzará dos veces, pues él lo aniquilará. ¿Qué traman contra el Señor? De ti salió el que tramaba maldades contra el Señor, el consejero inicuo.
El Señor se venga de sus adversarios, se la guarda a sus enemigos