Luz de Gas
Falsa idea de Dios, culto vacío y débil, desconocimiento de las Leyes e intento de manipulación. (Foto 'diarioya.es') |
¡Ay de mí! Me sucede como al que rebusca terminada la vendimia: no quedan racimos que comer ni brevas, que tanto degustan; han desaparecido del país los hombres leales, no quedan un hombre honrado; todos acechan para matar, se tienden redes unos a otros; sus manos son buenas para la maldad.
El príncipe exige, el juez se soborna, el poderoso declara sus ambiciones
Se retuerce la bondad como espinos y la rectitud como zarzales. El día de la cuenta que anuncia el centinela llegará: pronto llegará la desgracia. No se fíen del prójimo, no confíen en el amigo, guarda la puerta de tu boca de la que duerme en tus brazos; porque el hijo deshonra al padre, se levantan alija contra la madre, la nuera contra la suegra y los enemigos de uno son los de su casa.
Pero yo estoy alerta aguardando al Señor, mi Dios y salvador: mi Dios me escuchará