sábado, 21 de mayo de 2016

Rosa Romero chupando rueda de Dolores Cospedal hasta la cima

MLFA
Fotografía de 'el digitaldecastillalamancha.es'

El pelotón ya está roto y todos buscan posicionarse en el nuevo PP, que surgirá tras la pérdida del gobierno de la Nación, a partir del “26J” (‘J’ de joderse); entre los aspirantes al pódium aparece, de forma inesperada, Rosa Romero, la ex-alcaldesa de Ciudad Real que dimos por amortizada hace ya bastante tiempo. De momento ‘chupa rueda’ para que Cospedal le quite el viento de cara, seca ya de por sí debido al clima manchego.

Tanto Rosa Romero como Dolores de Cospedal fueron ‘becarias’ (jóvenes promesas) del inefable Javier Arenas; el gran perdedor en Andalucía, donde actuaba como nuevo ‘señorito’, aunque en el pueblo, en esos cientos de pueblos que se pateaba a golpe de ‘Audi’, seguían considerándolo señorito ‘viejo’, que es lo que realmente era Javier, además de ampuloso y bilingüe, ya que al sur de Despeñaperros recuperaba el ‘ceceo’, del que se desprendía nada más llegar a los ‘madriles’, provocando la consiguiente hilaridad.

Arenas salió muy ‘tocado’ en el suceso de los ‘sobres’ denunciados por Bárcenas, de hecho quedó relegado a un segundo (y discreto) plano y, aunque sigue siendo Vicesecretario, no pinta nada ya, ante la irrupción de Maillo, Levi y Maroto, nuevos Vicesecretarios, los jóvenes cachorros que tratan de convertir el partido en una organización política abierta, plural y democrática. Una estafa política parecida a la de la venta (a precios carísimos) de coches procedentes de ‘renting’, nuevos por fuera y viejos por dentro.

Levi, Maroto y Maillo son como los automóviles matrícula ‘G’, que dan el pego

Tanto Rosa Romero como Dolores de Cospedal – en su fuero íntimo – le han perdido el miedo a Soraya, sobre todo después del numerito del ‘Hormiguero’, y del famoso debate a cuatro de Antena 3, donde resultó ser la perdedora ex aequo con Sánchez, el todavía líder del PSOE. De hecho, la buena de Soraya no ha vuelto a levantar cabeza desde entonces. Lo del Hormiguero recuerda al socialista Iceta bailando en mítines (que tampoco ha vuelto a levantar cabeza), y es que cuando reponen las imágenes en alguna televisora, uno siente cierta lástima, acompañada de vergüenza ajena. Iceta ha elegido como pareja de baile a Ada Colau (a buenas horas, mangas verdes). 

En esas trampas nunca caerían Romero y Cospedal (que llegó a ponerse colorada cuando tuvo que pronunciar ‘membrillatos’), las dos saben lo que les costó ‘ascender’ en el organigrama del partido, y no están dispuestas a dilapidar ese enorme caudal de experiencia con sinsorgadas a lo Rita Barberá, la del ‘caloret’, ni tan siquiera están dispuestas a imitar a Rajoy en sus torpes ‘saltitos’ de balconada y menos en ‘braceos’ del tipo aspas de molino que hubiera perdido el palo de gobierno.

Rosa Romero, nuestra Rosa manchega, vio la oportunidad (su segunda oportunidad) cuando aquello del ‘diferido’ y ‘en simulación’ que arrumbó definitivamente a Cospedal sin pasar por casa de Bertín y en un acto de valentía, más bien de osadía, Rosa dio un paso al frente, maniobrando en el mundillo de los medios de comunicación, al tiempo que mejoraba su ‘look’, ya que se había puesto un poco fuera de forma, por culpa de las tribulaciones en la alcaldía de Ciudad Real y del crack de CCM (Caja Castilla la Mancha, la de los 9.000 millones de euros, de la que era consejera, junto al marido de Cospedal, alias ‘el bacín’).

En el PP, conscientes de la imposibilidad de un pacto con ‘Ciudadanos’ si Rajoy es el candidato a presidir el Gobierno de la Nación, están ‘afilando’ los cuchillos, líderes y lideresas sin excepción, y estas dos mujeres aspiran a estar en primera fila, de la mano de quien se haga cargo del nuevo Partido Popular, además de posicionarse para puestos relevantes en el gobierno del PP y ‘Ciudadanos’, de producirse la caída de Rajoy.

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