MLFA
No habían transcurrido 24 horas desde su dimisión, ya incorporado a la carrera electoral, cuando Salvador Isla fue interpelado por un periodista acerca de cual era la situación sanitaria, dado que no había hecho un balance de situación antes de su alocada 'tocata y fuga' a la Terra Alta catalana. La respuesta fue típica de Groucho Marx: ¡Yo ya no soy ministro de Sanidad! y fue acompañada del gesto de cejas elevadas y pupilas dilatadas que caracteriza al personaje, que no es otro que 'poner cara de tonto' (como se decía en mis tiempos jóvenes) a fin de que dejen de hacerte preguntas. A esto le llama Pedro Sánchez 'templanza', también lo califica de 'valentía'.
La encuesta del CEO clarifica (con las debidas reservas, claro) el reparto de los escaños perdidos por el tándem Arrimadas-Carrizosa: 5 irían al PP, otros 5 a los de VOX, y 10 irían a manos del PSC-PSOE-COVID, ya podemos dar por hecho que los de 'Ciudadanos' inician el camino al Averno de la política.
Salvador Isla ha perdido los papeles; ayer ofreció rehabilitar 50.000 viviendas cada año, programa que financiaría con 250 millones de euros cada año; Sánchez le 'apuntó' cubriéndose la boca con la mano: ¡Salva, añade dos huevos duros! ¡A por todas! Es evidente que no tiene todo el pescado vendido; creo que recupera, lo he dicho por activa y por pasiva, votos de 'Ciudadanos', pero deberá conformarse con ser el jefe de la oposición en el Parlament de Catalunya; para este viaje no hacían falta alforjas (sanitarias).
Oriol Junqueras; consciente de que la victoria de ERC no está garantizada y ante la falta de carisma del pequeño Aragonés, se vino arriba; de vuelta a los mítines de los años "80" modelo Felipismo, entre gritos y una gesticulación desmesurada. Entiendo que se equivoca, lo suyo es 'templar y mandar' como los buenos toreros y huir del histrionismo, que no es lo suyo. En cualquier caso; tendrá justificación de mi parte, haga lo que haga durante la campaña, su condición de preso político trasciende a cualquier otra consideración.
