lunes, 25 de enero de 2021

Buque de carga "Alberta" y la gran masacre de Matadi-Congo (2/2)

MLFA Kapitan und Krieger


La matanza de 2.000 belgas en el puerto de Matadi 

Muriel decía que viajarían en el “Leopoldville” (según corroboró el manifiesto de a bordo) un centenar de mercenarios bajo las órdenes del esbirro de los belgas Stanley, tristemente famoso por sus atrocidades, que no llegó a embarcar y huyó a través de la frontera con Congo Brazaville. A bordo llegaron noticias y rumores acerca de la llegada a Matadi de rebeldes procedentes de Katanga; el capitán dio orden de largar amarras al amanecer (antes de la hora oficial de salida) y dispuso guardia armada por el costado de tierra (babor al muelle); fueron los primeros en morir, era noche cerrada cuando llegaron los primeros grupos armados.

Ante la inminencia del masivo abordaje por tierra, el práctico Bellver tomó el mando 

El capitán belga, consciente de la situación, amenazaba, pistola en mano, con pegarse un tiro (horas después se descerrajó un disparo en la cabeza). El práctico ordenó largar amarras. Con un centenar de rebeldes y cerca de dos mil pasajeros a bordo; los marineros, presos de la excitación y nerviosismo, largaron los cabos de popa con hachas y el barco quedó ‘atravesado’ al río por la fuerte corriente, sujeto a tierra por las amarras de cabo y cable de la proa y por la cadena del ancla, depositada ésta en el lodo del río. (Los rebeldes habían accedido a bordo por la proa del barco y los marineros no habían podido ‘largar’ las amarras de esa cabeza y virar del ancla para separarse del muelle).

A bordo el caos era ya insuperable; se sucedían las violaciones de mujeres belgas y sus sirvientas, sin importar la condición social, la edad o el color de la piel, sus maridos y familiares eran destrozados por los machetes; al amanecer habían muerto más de mil personas, el agua del río era de color rojo oscuro y los cadáveres mutilados eran arrastrados por la corriente, que los depositaba en ambas orillas, sujetos por los cañizales y medio enterrados en el limo; al romper el día, siempre con aquella luminosidad excesiva, la escena era dantesca y el barco continuaba amarrado por proa; por donde accedían docenas de salvajes para rematar la operación. 

En el puente se sucedían los gritos y amenazas; el práctico Bellver daba órdenes a los maquinistas a fin de atracar el buque al muelle, como le exigían los rebeldes katangueños, a los que el horror había superado hacía varias horas, (no querían que el ‘Leopoldville’ abandonara Matadi y saliera a alta mar); bebía un licor de arroz muy fuerte que conservaba en una petaca mediana desde su llegada a bordo. El capitán se había suicidado de un disparo y los oficiales que se habían enfrentado a los rebeldes fueron muertos por disparos de sus propias armas que les fueron arrebatadas al herirlos con los machetes. 

El práctico Bellver consiguió atracar el “Leopoldville”, esta vez por el costado de estribor, proa a la fuerte corriente del río; fue en ese momento cuando subieron a bordo centenares de rebeldes del norte que liquidaron a los cientos de pasajeros y tripulantes que permanecían vivos, la mayoría de ellos heridos o contusionados en medio de aquel horror. 

A mediodía el “Leopoldville”, primero de una serie de buques mixtos, de carga y pasaje, construidos para la ‘CMB’, propiedad del rey Leopoldo, un demonio reconocido como líder africano por el resto de monarquías europeas, ardía al sol, y los pocos supervivientes se arrojaban al río y desaparecían arrastrados por la corriente. 

El viejo Muriel nos habló de 2.000 muertos a bordo del “Leopoldville” 

El buque fue restaurado años después y destinado a líneas de carga y pasaje entre Bélgica y África Occidental - excluido Congo Kinshasa, ex Zaire y actualmente República Democrática (?) del Congo – y la mitad de la tripulación era de origen africano. Coincidí con el “Leopoldville” en el puerto de Abidján (Côte d’Ivoire) y conseguí subir a bordo, no me permitieron hacer fotografías.



Al práctico de puerto y piloto de río Muriel le respetaron la vida, junto a la de su familia (su esposa era congoleña); llegó a ser recibido por Patrice Lumumba antes de que éste cayera en desgracia (era un demócrata revolucionario, un verdadero líder) y fuera asesinado por hombres de Mobutu siguiendo órdenes de la CIA. En la fotografía Patrice Lumumba y Mobutu Sese Seku, que se hizo con el poder.

Congo Belga pasó a ser Congo Zaire, Congo Kinshasa y República Democrática del Congo


Hotel de super lujo "Metropole" en Matadi; solaz de mercenarios, periodistas y marinos 

El primer intento (fallido) de asesinar a Lumumba tuvo lugar en el hotel ‘Metropole’, justo en las cocinas por donde huyó; en la pared – todavía con huellas de los disparos que le persiguieron – le rendíamos homenaje en noches de borrachera, ante la mirada atónita de cocineros franceses y ayudantes congoleños (quedaban pocos belgas, hablaremos de ellos). 

Congoleños tratados peor que animales salvajes devolvieron el ‘ojo por ojo’ bíblico 

PS - Las imágenes están almacenadas en mi deteriorada retina; ello me produce enorme satisfacción, diría que orgullo, claro que fueron 'robadas' a los ojos de Muriel, un buen tipo; sigo enamorado de África 50 años después y, en el recuerdo, el viejo 'Alberta'; a pesar del capitán canalla, vasco para más desgracia, que provocó - muchos meses después - que nos amotináramos por robarnos el dinero de la manutención; volví a navegar en el 'Alberta' otras dos campañas, con un capitán LP de excelencia. 

En mi carrera contra la ceguera; en la soledad del corredor de fondo, tiro de 'Cuaderno de Bitácora', en mi memoria, todo está en ella, para entretenerles en estas tardes de invierno de 2021, sin gobierno fuerte; claro que ¿para qué queremos gobierno? Pero sobre todo, vamos a sacar conclusiones acerca de lo que nos han deparado a todos estos 50 años de vida intensa; de grandes cambios en las vidas de todos; de lo que depara el futuro incierto a nuestros hijos y a esta comunidad de españoles sin otra seña de identidad que el fracaso social y político de la mayoría y, por supuesto, sin sentido de pertenencia. Seguro que vascos y - sobre todo - catalanes mantendrán el Estado, como siempre hemos hecho, aunque sea bajo mínimos y condiciones más exigentes que en otras épocas; lo primero que haremos es frenar la embestida del 'toro' (ya sin cuernos). En la fotografía de Sonya Rolley-RFI una calle de Matadi hoy, está fechada el 12 de agosto de 2019. Representa a la perfección lo que ha supuesto para África la descolonización salvaje y la entrega del poder a verdaderos psicópatas; hoy ya hablamos de todo un continente 'fallido'.


Ahora el ‘toro’ es el virus ‘SARS-COV-2’ y el freno será la vacunación de la población mundial