MLFA, Gestión de la Seguridad Pública". Coautor, traductor y director del Curso.
A mediados de la década de los años '70' (crisis del petróleo de 1973, ver ensayo de MLFA sobre la crisis petrolera publicado ese mismo año), se instaló una larga y profunda crisis económica que nos llevó a la contención del gasto público (hoy diríamos 'recortes'). Los gobiernos más avanzados acompañaron las medidas de ajuste presupuestario, con otras, tales como la mejora de la eficiencia, la flexibilización en el manejo de los recursos, así como una clarísima apuesta por la responsabilidad gerencial, inspirada en el modelo de empresa privada; no fue, evidentemente, asumida por nuestro país.
Las líneas básicas del cambio de la burocracia a la gestión pública son:
1 - Medidas de refuerzo de la 'dirección burócrata' con tecnologías de gestión.
2 - Creación de entornos competitivos en cuanto a la organización, gestión y a la financiación de los servicios públicos.
Fruto de este gran proceso de cambio fue la creación del concepto de "dirección pública" (public management).
Las reformas realizadas en este tránsito se basaron en:
1 - Establecimiento de sistemas de información sobre la gestión.
2 - Creación de incentivos por buenas prácticas (hoy diríamos por productividad).
3 - Descentralización territorial y funcional y auditorías de eficiencia.
4 - Consideración del "administrado" como "cliente de servicios públicos".
Se consiguió implantar la llamada 'Administración Pública Gerencial', con tres tipos de funciones sucesivas y desconocidas en la burocracia clásica:
1 - Previsión, planificación y programación.
2 - Presupuestos. Coordinación de recursos de acuerdo con objetivos.
3 - Ejecución, control y evaluación de la gestión realizada.
Podemos resumir los resultados del cumplimiento de estas funciones:
"Economía": Adecuación de los costes reales a los costes presupuestados.
"Eficacia": Adecuación de los objetivos obtenidos a los objetivos proyectados.
El paso de la 'administración burocrática' a la 'gestión pública' supone un nuevo paradigma: tratar a los ciudadanos o administrados como clientes, lo cual supone un hito en la Administración, ya nada será como antes.
En resumen, en el decenio de los años 80 se concreta en los países de la OCDE, a excepción de España y varios países más, la denominada 'Agenda Política del Sector Público', (que los 'felipistas' ni tan siquiera leyeron, al dedicarse con toda ansia al nepotismo funcionarial, contratando simpatizantes y amigos, la mayoría de los cuales eran incompetentes; recuerden la Oficina de Empleo del hermano de Alfonso Guerra). En muchos ayuntamientos de grandes regiones de la España profunda, gobernadas por el 'felipismo' se puso en práctica el 'empleo por sexo', que "Azuer Digital" denunció públicamente.
La Agenda Política del Sector Público establece:
1 - Un control más estricto de los costes de los servicios públicos.
2 - La desregulación de parte del sector público.
3 - La privatización de los servicios públicos.
4 - La búsqueda de la eficiencia.
Respecto del punto número 3, es José María Aznar y el PP quienes aceptan esa directriz de la Agenda; lo hacen para enriquecerse con la corrupción que genera la privatización de servicios públicos. En la fotografía el puente que conduce desde el 'felipismo' al 'aznarismo' sin solución de continuidad. Se conoce con el nombre de 'Puente de los Reyes', curioso nombre ¿no?
