miércoles, 9 de agosto de 2017

El turismo-basura rompe las costuras del país y nos humilla a todos

MLFA
Marbella
Ibiza; a éstos no les resulta caro, lo dicen ellos en sus borracheras. En la foto la 'guiri' rechazando un 'mete-saca'.

A nuestros aeropuertos arriban millones de ‘europeos’ en chanclas, embutidos en ‘shorts’ que sirven de bañadores, y el pecho medio cubierto por camisetas de dibujos rotuladas en inglés; teléfono móvil en mano y rictus de desprecio hacia los empleados de tareas aeroportuarias. A su llegada a la recepción del hotel (de 4 estrellas y precio de saldo) comienza el trasteo de bolsas y ‘mariconeras’ a la búsqueda de la carpeta que les entregó el ‘turopereitor’ en Manchester (UK); exhiben su pequeñez mental ‘mariana’ y expanden aromas agrios que llegan a provocar la lágrima; sus dentaduras ya no son las de antes y el desodorante les abandonó ya hace años, se trata de turistas de mierda que ofenden con su sola presencia. No piden disculpas por su falta de diligencia y miran con displicencia a la joven recepcionista que habla un inglés de mayor calidad que el de ellos, con un salario de 900 € (500 € a efectos de Seguridad Social) y sin horario, al depender éste de las oleadas de mañana, tarde y noche, que vomitan aviones, trenes de alta velocidad, autobuses y automóviles (alquilados a precios especiales a los ‘guiris’).

Las maletas son pequeñas, contienen trajes de baño y dos mudas para la semana que han contratado allende fronteras; algún pareo, quizás, para esconder deformidades propias de la edad, provecta en muchos casos, de estas nuevas ‘vikingas’ a las que la ley de la gravedad y la comida-basura han causado estragos ya desde los '40' años; sus madres ya nos visitaron, con sus mamellotas enhiestas y al aire, durante el tardo-franquismo. Será su uniforme durante su estancia entre nosotros. Venerables hoteles malvendidos a cadenas hoteleras extranjeras consienten que estos zarrapastrosos atraviesen sus grandes salones dejando al paso charcos de agua de la piscina, tal que si caminaran orinándose por las patas abajo.

Hotel de 4 estrellas, los 'guiris' estos nunca lo habrían soñado, sus viejos tampoco.

No nos interesa esta gente; de veras que no, el beneficiario neto es el ‘turopereitor’ y la cadena hotelera extranjera correspondiente. Cierto es que aportan dinero al país, un 11% del PIB, que se queda en un 6% si hacemos bien los números y descontamos el coste del daño por desgaste prematuro de nuestras costosísimas infraestructuras. Claro que esto último no lo menciona Mariano (el de la grandeza mental) desde la dehesa de Mar i Vent (que es así como se escribe en catalán). 

No parecen afiliados de la CUP; pero apoyan sus actuaciones, en la intimidad claro, como hacía Aznar con el catalán.

Me malicio que la ‘turismofobia’ no ha hecho más que empezar y los próximos conflictos se extenderán por España como reguero de pólvora, de forma especial los dirigidos a los jóvenes vándalos del coma etílico, el furioso ‘mete-saca’, así como el destrozo de mobiliario urbano y la suciedad extrema, para goce y satisfacción de alcaldes del PPSOE que podrán seguir creando bolsas de empleo precarizadas con nuestros impuestos, empleos de miseria que ellos convierten en voto cautivo.

Nos superan en guarrería a los aborígenes y mira que es difícil.

Este ensayo sería rechazado en los cursos de la ‘Menéndez Pelayo’ pero mis lectores lo asumen con indignación