Carles Capdevila
Traducción de MLFA
La tristeza y preocupación cundía ya entre los redactores y redactoras de ARA. |
Antoni Bassas y Ignasi Aragay asumen la dirección colegiada coincidiendo con el quinto aniversario
El director del ARA, Carles Capdevila, anunció ayer su decisión de renunciar al cargo que ha ocupado desde el nacimiento del diario. La medida será efectiva este sábado, 28 de noviembre, coincidiendo con el quinto aniversario del medio. A partir de entonces, la dirección del ARA la ejercerán de forma colegiada Antoni Bassas (como director audiovisual) e Ignasi Aragay (como director adjunto). Capdevila seguirá trabajando para el ARA en calidad de director fundador y mantendrá tanto su columna diaria como las entrevistas y los reportajes que realizaba. El periodista dejará de escribir desde mañana y durante unos días la columna, para someterse a una operación del cáncer que padece. Con todo, Capdevila quiso aclarar ante la redacción que la decisión no se toma a raíz de una complicación médica - el tratamiento está funcionando - sino para poder concentrarse en esta lucha personal sin tener que asumir todas las responsabilidades que conlleva la dirección.
"Estoy muy satisfecho y orgulloso. Acepté la dirección con una ilusión loca y una responsabilidad total, y dejo la dirección con un orgullo gigante y una satisfacción total ", explicaba Capdevila a sus compañeros de redacción. "ARA es un diario cojonudo. Que nadie os acompleje ni os desprecie, hemos hecho un milagro, y lo hemos conseguido porque sabíamos que era posible, y porque nos hemos dejado la piel en el empeño".
Aparte de los agradecimientos personales - a accionistas del ARA y sus periodistas - Capdevila también quiso hacer una reflexión crítica sobre el difícil entorno con el que se ha encontrado el diario debido a todos los que han intentado frustrar el proyecto: "Otro agradecimiento es para todos los que intentaron que el ARA no saliera. Personas con nombres y apellidos que hicieron de todo. Algunos ahora lo han olvidado y me abrazan y me dicen que ellos ya lo sabían, que iría bien. Yo no olvido lo que hacían. No lo olvido porque en el fondo se lo agradezco. Confieso que he estado muchas veces a punto de dejar la dirección, por agotamiento, en momentos difíciles. Pero por la noche pensaba en la alegría que tendrían esas personas y decidía continuar.
El cínico poder
El contacto continuado con el poder es una tarea poco agradecida, según explicó. "Este viaje de cinco años cerca de los poderes no me ha gustado. Lo he sufrido mucho. Me han hecho sufrir. Lo digo sorprendido y decepcionado, quizás es ingenuidad, pero prefiero ser ingenuo que cínico. Con los ‘poderes’, en el mundo de las personas con capacidad de coacción, sobre todo económica, he tenido muchos disgustos ", revelaba. "Hay excepciones, claro, he hecho algún amigo. Pero hay gente mediocre, hay muchos hombres, mucha testosterona barata, y encima mucha cobardía". En su discurso, Capdevila denunció asimismo la masculinización del poder y la ausencia de mujeres en la mayoría de centros de decisión.
“Quiero sentirme más cerca de los que sufren que de los que hacen sufrir”
Este punto fue acompañado de una reflexión autocrítica personal: después de cinco años dirigiendo el ARA, detectaba rasgos de contagio con los mecanismos de este poder. "Estoy contento y liberado de dejar los palcos VIP, las filas cero y los reservados. Ahora me siento más cercano a los compañeros de oncología, gente humilde que lucha con dignidad. Quiero sentirme más cerca de los que sufren que los que hacen sufrir, y espero que eso me haga mejor periodista".
En todo caso, su cambio de rol, según avisó Capdevila, no implica una renuncia a seguir denunciando estos abusos y malos funcionamientos del poder, al contrario: "Estoy contento de perder de vista estos poderes, pero ellos no me perderán de vista. Como persona libre, como periodista libre, miraré de combatir y denunciar las miserias del poder”. Y alabó a los periodistas de esta casa, por su actitud combativa con el poder:
"Sois aún más ingenuos que cínicos, y que lo seáis por muchos años"
Además, según explicó, la situación económica general y al sector de la comunicación hacen que sea difícil defender la independencia de los medios: "A los poderes no les gusta la libertad de prensa. Lo he comprobado cada día. Duramente. Son alérgicos a la libertad de expresión. Y están valientes, la economía lo puede casi todo. Creen que pueden condicionar los discursos desde despachos oscuros”.
“A los ‘poderes’ no les gusta la libertad de prensa, son alérgicos a la libertad de expresión”
Con todo, Capdevila es optimista, ya que considera que el tiempo juega a favor de cambiar las cosas. "Por suerte todo va cambiando, y cada día hay más grietas, y todo se va sabiendo, y se sabrá mucho más. Pero la independencia periodística hay que defenderla cada día, haciendo frente, con coraje. Se necesitan periodistas valientes, gestores valientes”. Y recordó que la ecuación se completa con el apoyo de los lectores, ya que son ellos los que tienen la clave para defender la independencia de un medio: "Es necesario que los lectores ‘paguen por los contenidos’ para mantener las redacciones. Un medio demasiado dependiente de los accionistas o de las ayudas o de la publicidad no será independiente, por definición. Esto lo tenemos que entender, porque un país sin medios libres nunca será un país libre”.
Los lectores, en el centro
De hecho, aunque Capdevila dijo estas palabras en medio de la redacción para todo el equipo humano que forma parte del ARA, el mensaje se grabó y colgó en la web para que los lectores también pudieran sentirse partícipes del momento. "Estoy muy orgulloso de los lectores y suscriptores. De la fidelidad, del entusiasmo con el que abrazo el proyecto desde el primer día. Sois una comunidad que nos transmite afecto y exigencia ", detalló. "Los periodistas debemos asumir cada vez más que somos simples moderadores de una comunidad de lectores inteligentes, y os tenemos que dejar más protagonismo, y pensar siempre en vosotros. Los lectores en el centro. Con vosotros hacer esto es fácil y apetece. Nos sentimos leídos, acompañados, vigilados y queridos por los que sois del ARA".
Finalmente, Capdevila expresó el deseo de que el diario mantuviera algunos de los valores que él ha insuflado a este proyecto desde la dirección: "Que el diario sea educado, creativo, sensible con los que sufren, agradecido con los voluntarios y los que arreglan el mundo, respetuoso con los maestros y educadores”. Y se dirigió específicamente a los periodistas: "Que hagáis locuras, diarios especiales, de los que no ha hecho nadie. Si aflojáis me tendréis aquí refunfuñando”.