martes, 3 de enero de 2017

La seguridad ciudadana está en las manos de un comunista "cerril"

MLFA
Experto Docente en Seguridad (ISM)
Director Consultoría “Securitatea”

Empieza a ser preocupante porque ya parece ser 'selectivo' y  ajuste de cuentas. (Foto de 'manzanares.es')

Existe una tendencia común a las fuerzas políticas de derecha e izquierda, debida a la búsqueda desesperada de la centralidad, que ha tomado fuerza en estos últimos años de democracia imperfecta; consiste en delegar las funciones concernientes a la Seguridad Ciudadana en radicales – mucho de ellos libres – que acampan en los extremos de las posiciones de derechas y de izquierdas (por utilizar una expresión adoptada por políticos de diferente pelaje y colorido). Conviene recordar que durante la República se entregó la Jefatura de Seguridad a un tal Santiago Carrillo, presunto carnicero y asesino (según varios historiadores) por consentimiento o por instrucciones directas 'dadas' a los correspondientes sicarios ejecutores. ¡Cuánto daño se hizo a la propia República! ¡Cuánta munición para los 'rebeldes'!

En Manzanares; con motivo de la Jura de Bandera que solicitó el PP que gobernaba el municipio, el concejal responsable de aquel acto – cuya conveniencia o inconveniencia no juzgo – depositó su confianza para la coordinación del mismo en un reconocido ‘ultra’ de la localidad, que, a su vez, realizó proselitismo en un conocido gimnasio de la localidad donde hacen ‘musculación’ fachas potencialmente peligrosos. “Azuer Digital” publicó un documento escrito y firmado que nos fue aportado por la Policía Local, en el que 'informaba' y rendía cuentas el fulano aquel. Me pregunto si el conocido (por su ideología ultra) concejal no consideraba a la Policía Local y Guardia Civil suficientemente preparados para evitar cualquier menosprecio y mucho menos agresión a los militares que honraron a los manzanareños con su visita y desfile de aquel día. A nosotros nos supuso una demanda, irrelevante, como todas las demás, pero humillante y con abogados y procuradores pagados por los vecinos.

Actualmente; en este mismo pueblo, el equipo de gobierno del PSOEnecesitado de un concejal para disponer de la mayoría absoluta, ha elegido al único concejal comunista para, ofreciéndole una buena ‘liberación’, obtenerla del tirón. Hasta ahí no hay nada que decir, afecta a la ética, en el sentido de apropiarse de los votos de IU y cambiarlos por una concejalía triple (si no cuádruple) remunerada en exceso; afecta a la estética (política, porque en su estética personal no entramos, para eso están los del ‘foro de las ratas’); pero el acuerdo PSOE-IU es perfectamente legítimo.

Dicho esto; entregar la concejalía de Seguridad Ciudadana a este otro ‘radical’ libre, viene a resultar una utilización del extremo-pico – en este caso por parte de la izquierda – conocido de todos; añadir, por ser de importancia, que el concejal citado no tiene formación en materia de Seguridad Ciudadana, tampoco en ninguna otra área municipal, lo cual desmotiva al cuerpo policial que dirige y se produce un aumento de la criminalidad y del vandalismo, debido, precisamente, a esa política de brazos caídos que, presuntamente, puede llegar a ser la causa del aumento de la inseguridad.

Como colofón; simplemente, el excepcional despliegue de la Guardia Civil, debido, entre otras razones, a la prisión de máxima seguridad Herrera-Manzanares, hace que podamos sentirnos bastante seguros, al menos relativamente; al tiempo que no ‘intervenimos’, por esa seguridad ‘abducida’, en las causas del deterioro del municipio, sucio, con infecciones por plagas, narcotráfico y asaltos a viviendas (en progresión), además de atentados (amenazas gravísimas) contra la libertad de expresión, algo en lo que convergen las dos puntas de lanza de los dos partidos a través de sus respectivos sicarios.

Los extremos se tocan, es bien cierto; los sicariajes también y el descontrol aumenta

PS – La Seguridad Ciudadana debe estar bajo la responsabilidad de políticos serenos, con una cierta formación, y de técnicos preparados; pero sin olvidar a los más importantes: sociólogos y técnicos de servicios sociales que analicen situaciones de exclusión social y reinserción y propongan alternativas que sean tenidos en cuenta, después de escuchar a asociaciones cívicas y ciudadanos.