domingo, 29 de enero de 2017

“El problema español” don Manuel Azaña hace ahora un siglo (6/7)

Luz de Gas
"Tratan de inutilizar a la juventud para todo estudio serio en el porvenir". Manuel Azaña

Conferencia de Manuel Azaña en Alcalá de Henares en Febrero de 1911

De suerte que el problema de España es doble. Por una parte tenemos ante nosotros todas las cuestiones de índole moral, intelectual y económica surgidas de la urdimbre de nuestra historia y que recibimos como un arrastre de cuentas pasadas; por otra hemos de afrontar las dificultades que los hechos económicos, morales e intelectuales característicos de la edad contemporánea han de suscitar al plantearse entre nosotros.

"El problema español" se publica por estar de rabiosa actualidad 105 años después

De la fusión y compenetración de ambos elementos o causas de conflicto surge el problema español, peculiar, especialísimo, único. Este problema se formula en pocas palabras de este modo; ¿podrá España incorporarse a la corriente general de la civilización europea? ¿Se podrá vivir aquí dentro de esas condiciones?

¿Podrá España incorporarse a la corriente general de la civilización europea?

La especialidad consiste en que de ningún otro pueblo se ha hecho pregunta semejante. Y supuesta una contestación afirmativa como es la mía, surge inmediatamente esta cuestión: ¿qué hay que hacer, qué medios habrán de emplearse para que esa transformación se verifique?

Así se plantea el problema para todo aquel que desinteresadamente, dasapasionadamente, estudia y observa. Por desgracia son muy pocos los que observan y estudian; los que emprenden esta labor sin interés ni pasión son todavía menos. Así ocurre que cada español siente pesar sobre sí un cúmulo de desgracias, de contrariedades, de obstáculos, cuya verdadera causa desconoce y, puestos a discurrir, cada cual los atribuye a los motivos más diversos, sin que acierte a verlos de una manera clara. ¿Por qué es esto así?

Necesidad de una enseñanza bien orientada desde la escuela hasta la universidad

Muy sencillo: porque el único medio de que la masa general de la nación adquiera un conocimiento exacto de sus necesidades reales, de los obstáculos que se oponen a su satisfacción y de los medios útiles de removerlos, es una instrucción, una enseñanza bien orientada y firmemente dada desde la escuela hasta la universidad, y en España no solo no sirve para eso, sino que es una de las principales causas de desconcierto y confusión. Y lo seguirá siendo mientras continúe montada de este modo, que hace de ella: por su organización, una industria; por su técnica, es decir, por los procedimientos empleados para enseñar, una mutilación del espíritu; por su contenido, es decir, por lo que se enseña, una mistificación, un engaño. El resultado es estafar a la juventud sus días más alegres, sus años mejores, y, además, en la mayoría de los casos, inutilizarla para todo estudio serio en el porvenir.