martes, 20 de agosto de 2019

MLFA tiene antecedentes penales en Alejandría - Egipto 1973 (2/2)

MLFA – CMM 
Yom Kippur 1973
Zoco de Alejandría (Egipto)

Durante uno de mis paseos (con soldado de escolta) por el zoco de Alejandría, escuché – en perfecto castellano - ¡Antonio Barcelona vende más barato! y pensé para mis adentros ¡Ostia, un paisano en plena guerra! me giré de golpe y el soldado al unísono; Antonio era un egipcio de pies a cabeza, parecía sacado de la biblioteca de Alejandría y sus ancestros, posiblemente, eran judíos de cuando las plagas bíblicas que asolaron el país de los faraones. No sabía una palabra de español; su frase de asalto comercial la pronunciaba en más idiomas que el Papa de Roma en Navidad. Lo intenté con el inglés y tuve suerte. La empatía fue mutua y el soldado pareció dar su visto bueno; el hombre ‘Barcelona’ debió atisbar posibilidades de negocio. 

¡Antonio Barcelona vende más barato! era respetado en el Zoco pero era víctima de la guerra 

Informado por el soldado acerca de mi situación de ‘libertad vigilada’ Antonio me propuso trabajar a mi servicio; acepté de inmediato y nos dirigimos al cuartel-hotel-prisión para hablar con uno de los jefes del destacamento, casualmente familiar de mi nuevo asistente; a los pocos minutos Antonio fue nombrado ‘vigilante’ en sustitución del soldado de turno y la vida me cambió a mejor, ¡qué digo! a mucho mejor. Estaba mucho más seguro con Antonio Barcelona (de nombre Algraib) que con cualquiera de los soldados. 

La nueva situación me permitía ir a bordo todos los días, con Antonio de carabina 

Buque ruso descargando material bélico en el puerto de Alejandría en 1973.

La relación duró 25 días; el tiempo que permanecimos a la espera de que llegaran los avales bancarios – no olvidar que estábamos en posguerra – para la reparación del barco ruso. Los marineros se afanaban en limpiar las bodegas, repletas de puré de patata y, en los escasos momentos de asueto, acudían al zoco con Antonio; éste hacía la labor de comisionista y resultó ser muy honrado. Todos hicimos buenas compras, algunas de gran calidad, que obran en poder de mi familia; juegos de ‘tea’ de plata repujada y libros del Profeta de hojas pergamino y encuadernación de piel de camello; les aseguro que siguen como el primer día, 46 años después. Nuestra estadía en el puerto de Alejandría llegó a los 45 días. Los 'malvados' rusos nos robaron las patatas, el tabaco rubio y las bebidas alcohólicas, protegidos por los militares egipcios. Tiempo después, asqueado, el presidente Sadat expulsó de Egipto 20.000 asesores rusos.

En la ciudad no se respiraban aires de guerra; quizás en el puerto, por parte de los rusos 


La realidad es tozuda; recuerdo cifras y fechas a los lectores más jóvenes: 18.000 árabes y 6.000 judíos muertos, además de 100.000 heridos. Quedó demostrado que Israel era invulnerable dirigido por la inolvidable Golda Meir (leer ‘Mi vida’ de la propia presidente) y su jefe de operaciones Moshé Dayán (el famoso militar tuerto). Enfrente; Hafed al-Asad, presidente sirio, apoyado por la monarquía jordana, y el presidente egipcio Anuar el Sadat. La guerra duró 17 días, del 6 al 23 de octubre de 1973. 

El ‘Virgilia’ abandonó Alejandría 45 días después de su llegada, toda una experiencia