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| Pozo de la Mezquita, en Marbella; en él pudimos saciar la sed del camino, corría el año del Señor de 1973. |
Varios lectores nos envían correos manifestando su extrañeza al no encontrar reseña alguna sobre ETA en nuestro blog; me obligan a responder, aunque no era mi intención entrar al trapo de la noticia de la disolución de una banda terrorista momificada, al ser muy difícil contrarrestar la información sesgada que llega desde Euskadi y resto de España. Estén atentos a la publicación de libros sobre la organización terrorista, ahora que los escritores de oportunidad no se juegan nada en el empeño, salvo satisfacer el ansia crematística de los editores del Régimen actual, que son los mismos que publicaban ‘seguidillas’ de afección en el anterior, excepto honrosas excepciones. Agradecemos su interés, nosotros nos limitamos a rezar por las víctimas, y les regalamos el titular; resulta suficientemente expresivo del rumbo que ha trazado el Gobierno español para llevar nuestras Instituciones a la deriva. El cambio es algo que se palpa ya entre los ciudadanos; aunque debemos recordar la historia: en este caso la de los emperadores romanos y sus 'hijos'.
Es un escarnio escuchar al PNV que no se ha beneficiado de ETA
