MLFA
Algo tuvo que ver la crisis económica acontecida a lo largo de los primeros años de este siglo; hasta entonces los hombres vivíamos una existencia plácida, en 1991 había finalizado la 'Guerra Fría'; los avances tecnológicos eran imparables, también en el sector sanitario y en el farmacológico; la agricultura ecológica era tema de debate, se contraponía a la producción agrícola transgénica; las comunicaciones dieron un salto de gigante; y los desplazamientos, a través de vías modernas a bordo de vehículos seguros y confortables, o por las redes ferroviarias de alta velocidad, y con puertos y aeropuertos dotados de nuevas medidas de seguridad; todo ello, junto con el comercio 'globalizado', auguraba mayores y mejores expectativas de vida. Las guerras eran 'lejanas' y 'locales', propias de árabes y asiáticos, no había nada que temer por nuestra parte. Teníamos empleos seguros; si bien es cierto que no fue mi caso, por propia decisión; la mayoría de mis compañeros de pupitre se jubilaban en la empresa en la que comenzaron su andadura profesional. En 2010 comenzaban a cicatrizar las heridas provocadas por el terrorismo de ETA, en nuestro caso; en el resto de España se echó tierra encima sobre la masacre de Atocha, me refiero a la de los trenes; la de los abogados de Atocha seguía en nuestros corazones.
En el varón no ha sido así: EPOC, Cáncer, Diabetes, Cardio, Estrés, y Ansiedad, recortan expectativa de vida