miércoles, 12 de octubre de 2022

¡Antonio Barcelona vende más barato! retenido en Alexandría (1/2)

MLFA – Kapitan und Krieger

El Faro de Alexandría, una de las 7 maravillas del mundo; foto dedicada a Berta, que viajará a Egipto en los próximos días.

El “Virgilia” era un carguero de cinco bodegas con puente en el centro y sala de máquinas en popa; con 12.000 TRB era gemelo del “Monte Peñalara”. Su armador era un judío noruego radicado en Bahamas y enarbolaba pabellón liberiano, lo que se conocía como ‘Pabellón de Conveniencia”. Habíamos cargado 10.000 toneladas de patatas de excelente calidad en Roterdam, y nuestro destino era Alexandría (Egipto); zarpamos a primeros de octubre de 1973.

A la altura de Gibraltar nos enteramos del inicio de la guerra del Yom Kippur

Se produjo una revolución a bordo; la tranquilidad volvió cuando nos aseguraron desde Bahamas que ‘cobraríamos’ el plus salarial de ‘zona de guerra’ desde ese mismo día. El capitán era vasco, un cabrón que percibía la pensión de jubilación del ISM (Instituto Social de la Marina) y, al mismo tiempo, navegaba bajo pabellón ‘pirata’. Como ex capitán de la petrolera CAMPSA percibía la pensión máxima de entonces, y como capitán del “Virgilia” un sueldazo de 3.000 dólares al mes, sin contar el plus de guerra. Lo mismo que haría años más tarde el capitán del "Prestige" de Mariano Rajoy, alias 'plastilina'.

El "Virgilia" era gemelo del "Monte Peñalara" en él realicé parte de las prácticas de navegación (1969), me daba ventaja sobre los demás, conocía el barco.
 
Aprovecho la ocasión, como siempre he venido haciendo, para recordar a mis compañeros de profesión que, salvo honrosas excepciones, la peor gente a bordo eran vascos y catalanes; para mi vergüenza, al ser navarro (Nafarroa es la madre de los vascos) y catalán. Se ha llegado a decir que "fuera de Euskadi el peor enemigo de un vasco es otro vasco"; tenemos un 'gen desquiciado', para nuestra desgracia, gen que abundaría en demasía entre los miembros y miembras de la banda terrorista ETA.

En Alexandría el capitán estuvo detenido 15 días en una comisaría y yo 45 días en un hotel

Lo traté con frialdad y respeto; era el padre de un compañero de facultad, al hijo ya lo había ‘enchufado’ en CAMPSA; más adelante comentaré las circunstancias que condujeron a su ‘detención’ carcelaria y a mi ‘retención’ en un hotel de lujo.

A bordo nos preguntábamos la razón por la que Egipto ‘importaba’ millones de kilos de patatas, siendo, como era, el primer productor de patatas del mundo; la respuesta llegó del TSH (Radiotelegrafista) un tipo muy versado: nuestras patatas holandesas serían ‘enterradas vivas’ en los extensos campos ‘patateros’ egipcios, como simiente o semilla para nuevas variedades. Al corrupto capitán vasco le dieron de comer patatas hervidas, eso sí, de gran calidad, durante su cautiverio en aquella hedionda comisaría, en un país en guerra. La guerra del Yom Kippur duró 19 días; desde el 6 hasta el 25 de octubre de 1973. Siria y Egipto se enfrentaron con Israel; ganó Israel, como es obvio, pero tuvo que devolver el Sinaí a Egipto y los Altos del Golán a Siria; se negó a devolver la franja de Gaza. Esta semana se cumplen 49 años de aquella guerra. ¡Qué rápido pasan los años! mi consejo a los lectores: ¡Carpe Diem!

19.000 muertos en una guerra que duró 19 días: ganó Israel pero Egipto aguantó bien

Carguero ruso descargando material bélico en el puerto de Alexandría; en aquel año Putin hacía oposiciones para funcionario del KGB de la URSS.

El día 9 de octubre recalamos en el puerto de Alexandría; el tráfico era intenso, docenas de barcos rusos descargaban tanques y todo tipo de impedimenta militar para el ejército egipcio. Durante la maniobra de atraque coincidimos con un carguero soviético militarizado; el capitán no fue capaz de convencer al práctico de que debía demorar la maniobra y el resultado fue que abrimos la popa del buque ‘de guerra’ de la URSS como si fuera una sandía manchega.

El abordaje era un “ambos culpables” de libro, pero los egipcios no lo consideraron así

Una vez amarrado el “Virgilia” en condiciones seguras, al tiempo que varios remolcadores asmáticos apartaban del muelle al carguero ruso, fuimos interpelados el capitán y un servidor, responsables de la maniobra de atraque (el práctico egipcio se fue ‘de rositas’, no sabemos si fue interrogado en dependencias policiales o judiciales). En el caso del capitán la responsabilidad estaba clara; la presencia del práctico a bordo no exime de responsabilidad al capitán. Tras un breve interrogatorio en el que fuimos conscientes de que ‘mandaban’ los rusos, no los egipcios, el capitán fue esposado y trasladado a una comisaría de policía (había más ratas que policías, según contó a los tripulantes cuando lo devolvieron a bordo 15 días después). He de decir que nunca volvió a embarcar y vivió algunos años más disfrutando de su pensión. El hijo embarrancó un pequeño petrolero de CAMPSA en ‘los Freus’ de Ibiza.


A mí me trasladaron al hotel “Le Metropole”; mi delito no estaba relacionado con el abordaje, sino con dos ‘visas’ de entrada en Israel de mi pasaporte, en concreto en Haifa y Tel Aviv, y me consideraban un presunto espía (aunque no se lo creían del todo, ni tan siquiera los más fanáticos). Aposentado cómodamente en el hotel, vino a verme un funcionario de Inmigración, bastante amable, por cierto, que hablaba un francés fluido. Pude ocultar mi condición de 'cuarterón', al ser judío uno de mis abuelos paternos. Me dediqué a parlotear sobre el pavoroso incendio que sufrió la biblioteca de Alexandría en el siglo IV (DdC) a manos de Teodosio y sobre el faro del puerto, el más famoso del mundo, como hombre culto supo contemporizar conmigo. A Berta le he aconsejado que se desplace a Alexandría desde El Cairo para contemplar aquellas dos maravillas: el faro y la biblioteca; y que busque en el zoco un cartel que diga: ¡Herederos de Antonio Barcelona vende más barato!

Estaba impresionado; el Hotel Le Metropole (misma cadena) era mi guarida lúdica en Matadi (Congo Zaire)

Lo había sido entre 1969 y 1971 cuando hacía línea regular entre el Mediterráneo y África, tras la descolonización del Congo; Mobutu había respetado aquel hotel emblemático y en él cenábamos y bailábamos hasta el amanecer. En el recuerdo el gran líder congoleño Patricio Lumumba, asesinado por Mobutu por orden de la CIA.

Patricio Lumumba era un peligro para las potencias 'falsamente' descolonizadoras: inteligente y honrado. Fue acribillado en la cocina del Hotel Metropole.

Quién me iba a decir que volvería a ‘disfrutar’ de otro “Le Metropole”, esta vez en Alexandría en plena guerra del Yom Kippur. Cuatro horas de asueto diarias protegido y vigilado por un 'policía-soldado' que se ganó merecidamente un sueldo durante seis semanas que superaba su salario oficial anual como empleado público. Era un buen hombre y me presentó a su hermano: ¡Antonio Barcelona vende más barato! que tenía una parada en el Zoco con productos antiguos interesantes y valiosos. Me convertí en un buen cliente; Al-Zarak llevaba mis compras a bordo del "Virgilia".

Hacía de 'enlace' entre el hotel y el barco, a bordo le colmaban de atenciones y de comida para sus familiares

PS - Las noches de borrachera en el hotel "Le Metropole" de Matadi (Congo Zaire) íbamos al muro trasero de la cocina, donde ametrallaron a Lumumba, y brindábamos por él; los cocineros nunca nos delataron a los milicos de Mobutu.