lunes, 1 de febrero de 2021

Chacón del 'PDeCat' y la teoría del tranvía que utiliza la vía central

MLFA 

Àngels Chacón (1968) fue consellera de Empresa en el Govern de la Generalitat desde diciembre de 2017 hasta septiembre de 2020, fecha en la que fue apeada del cargo por el president Quim Torra. Relativamente joven y atractiva la Chacón estaba más contenta que unas pascuas relacionándose (por razón del cargo) con la 'crème de la crème' del empresariado catalán. En campaña electoral la Chacón 'vende' centralidad (la vía del tranvía) trufada de 'independentismo'; siendo así que ni es independentista (ni de coña) y mucho menos de centro; ella representa la derecha pura y dura de la antigua y corrupta 'Convergencia' de Pujol y Mas.

Era novicia en esto de la alta política, había sido concejal, y la ambición hizo mella en ella

En ocasión de la crisis creada en el seno de los herederos de 'Convergencia', agrupados en torno al nuevo partido 'PDeCat', con motivo de la puesta de largo como partido de 'Junts per Cat' de Carles Puigdemont, esta mujer aceptó tomar la manzana que le ofreció la 'serpiente' en forma de Artur Mas, el expresident venido a menos, que oficiaba de guardián de las esencias de Jordi Pujol; y ella decidió volar por su cuenta al frente del partido, oponiéndose a la absorción por parte de 'Junts', que son los que han dinamitado 'Convergencia', una vez limpia de la corrupción 'pujolista'. Resulta obvio de toda obviedad que Artur Más era el muñidor del 3%, y 'El Padrino' lo nombró president; pero el pobre tenía fecha de caducidad (algún día sabremos como se gestó el "9N" por el que resultó inhabilitado).

Es curioso que la Chacón permaneciera con Puigdemont y Torra estando en desacuerdo

Hoy Àngels Chacón reniega de los postulados de Puigdemont y Torra, tras haber disfrutado de las mieles del poder durante tres años (2017-2020); se opone con total rotundidad a la 'vía unilateral' y se atreve a declararse 'independentista' en mítines de la señorita Pepis, que es a quien de verdad nos recuerda la interfecta, en esa edad crítica de las mujeres (los 53 tacos) en la que se plantean renovar su salón con un amante (empresario, por supuesto) o bien dedicarse a la política, aunque no estén preparadas para ello; tampoco para lo del amante, claro.

¿No sabía en 2017 que quien la nombró mantenía su defensa numantina de la vía unilateral?