jueves, 9 de febrero de 2017

Miércoles del “Círculo de Silencio” de Algeciras por el niño Samuel

MLFA

El “Círculo de Silencio” es una acción no violenta de apoyo y solidaridad con los migrantes y solidaridad que se realiza en un espacio público. La ciudad de Algeciras se ha unido a esta iniciativa los segundos miércoles de cada mes a partir de enero del presente año. Nuestro objetivo es apelar a la conciencia de todos para que se busque una respuesta de todos para que se busque una respuesta de justicia y de dignidad a las situaciones que viven estas personas.

Los “Círculos de Silencio” comenzaron en Toulouse (Francia) a finales de 2007 en el seno de una comunidad franciscana. En la actualidad, una vez al mes, reúnen en distintas ciudades francesas a más de 10.000 personas en más de 180 ciudades. Esta iniciativa se ha ido extendiendo en estos últimos años por otras ciudades europeas como Ginebra, Varsovia, Trento, Bruselas, Liverpool y otras.

También en España se reúnen Círculos de Silencio en ciudades como Madrid, Burgos, Barcelona, Granada, Jaén, Salamanca, Zaragoza, Sevilla y Valladolid, entre otras que se están adhiriendo. En esta iniciativa participan muy diversas personas, creyentes de distintas religiones o no creyentes, de distintas ideologías y convicciones, a todas las cuales les une un sentir común: La dignidad y los derechos irrenunciables de las personas.


Anoche, en Algeciras, un centenar de personas de diferentes nacionalidades se reunieron en la Plaza Alta para homenajear al pequeño Samuel, de cuatro años, cuyo cadáver apareció en la playa del Faro de Trafalgar en Barbate, en el punto exacto de choque ‘entre mares’, ahí donde se abrazan el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, en la fosa común más grande del mundo, donde permanecen sepultados entre 1.000 y 2.000 migrantes, bajo los cascos y hélices de los grandes buques que transportan las enormes riquezas que genera nuestra sociedad actual, excesivas a todas luces y mal distribuidas entre pueblos de continentes que han colapsado años después de producirse una ‘descolonización’ mal planteada que ha dejado a su suerte a millones de personas, después de esquilmar sus riquezas en forma de materias primas de gran valor.

 Obligados a regularizar los flujos migratorios con ánimo de justicia y acogimiento