viernes, 24 de febrero de 2017

Amigos míos: les confieso que voy a ser infiel… ¡a mi concesionario!

MLFA
A pesar de que mi motocicleta 'molaba', seguí siendo fiel a mi mujer... y al concesionario BMW.

A lo largo de toda mi vida automovilística, 15 vehículos entre coches y motocicletas, de diferentes marcas y gamas, he sido fiel a los respectivos concesionarios oficiales de la marca, no sólo en España, también en otros países. Ocurre en esto de los coches como en los matrimonios; llega un momento en el que te planteas lo de ser infiel a tu pareja, aunque es cierto que te puede salir muy caro. Ha llegado el momento de ser infiel… al concesionario. Ambas infidelidades suelen estar más que justificadas, por ambas partes en el caso de los matrimonios.

Empezaré exponiendo argumentos veraces – como no podía ser de otra forma – y perfectamente demostrables, acerca del trato que nos dispensan (la mayoría de concesionarios) a los pocos clientes ‘fieles’ (gilipollas, en mi opinión) que quedamos, en mi caso ‘quedábamos’.

Prohíben la entrada en el taller al propietario del vehículo con la excusa de que peligra la integridad del ‘gilipollas’ al tratarse de una zona de trabajo mecánico y movimiento de máquinas; es mendaz (luego demostraré que también es falaz) porque el cliente puede situarse en una zona fuera de peligro. 

No le dejan entrar para que no vea lo que hacen con su coche y el tiempo empleado

Realizan, presuntamente, descuentos ficticios, al incrementar presunta y previamente el importe de la pieza y de las horas de trabajo empleadas en la misma cantidad que el falso ‘descuento’, en definitiva: trabajan sin ningún control por parte del cliente.

Es tan difícil entrar en el taller de un concesionario como en un quirófano

En los últimos años se ha reducido el nivel de capacitación profesional de los mecánicos (estamos hablando de automoción) hasta el punto de que no son lo que dicen ser, es decir ‘mecánicos’, son, lisa y llanamente, ‘cambiadores’ de piezas o módulos, para lo cual son ‘preparados’ (es una entelequia) en cursillos de 8 ó 10 horas en el mejor de los casos.

Para justificar los salarios precarios que les pagan los propietarios de la concesión

Consultados profesionales bien considerados del sector, nos aseguran que la pérdida de clientes de los concesionarios y servicios oficiales de las marcas más conocidas es ya una sangría. En el minuto uno, posterior a la finalización de la garantía del vehículo, los clientes desaparecen (a excepción de algún incauto) y acuden a otros talleres.

Advierten de que es falaz el argumento de que “nos vamos” para no pagar el IVA

Estoy convencido de que ‘lo del IVA’ será cierto en algunos casos; como en todas las actividades y gremios, no en balde la economía sumergida en España alcanza niveles catastróficos; representa porcentajes del 25% al 35% según regiones y sectores.

Llama la atención que nos consideren tontos de baba; en el pecado llevan la penitencia

¡Nunca máis!