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Euskadi está a bordo de la nave 'Independencia' hace tiempo. (Foto 'La Tribuna del País Vasco') |
Resulta estéril ‘dar coces contra el aguijón’, aunque en el tema que nos ocupa hoy, final del año 2016, sería más apropiado decir que ‘no se puede poner puertas al campo’, o a las huertas de la provincia de Lleida. La inmensa mayoría de los ciudadanos de ambas comunidades han interiorizado el ‘hecho diferencial’ (en el caso de los catalanes) y el ‘conflicto vasco’ (en el caso de los vascos) de los que tanto se habla. Se consideran diferentes del resto de españoles. De igual forma que los navarros sabemos, sin necesidad de ‘interiorizarlo’, que somos vascos; mejor dicho, que somos la ‘madre’ de todos los vascos, algo que pone de los nervios a vizcaínos, alaveses y guipuzcoanos.
Podemos discutir ‘ad infinitum’ acerca de hechos diferenciales; independencia; y derecho a decidir; personalmente considero este último como más relevante que los dos citados en primer lugar. Nadie se plantea un ‘derecho a decidir’ sobre algo que no le plantea duda alguna; ergo, la respuesta a las causas que les animan a exigir ese ‘derecho’ es la clave que nos abriría la puerta de esa ‘caja fabergé’ (como yo la denomino) o ‘frasco de esencias patrias’ como la definen vascos y catalanes del común. Mal rollo eso de la ‘patria’, servidor prefiere la ‘fratría’ como tengo dicho. Claro que me defino como 'internacionalista'.
La estadística no se confronta con la opinión, sino que, por el contrario, viene a reforzarla, esto resulta axiomático. Y nos dice que más del 80% de los ciudadanos de Euskadi y Catalunya ‘exigen’ al Estado el ‘derecho a decidir’ acerca de cómo quieren que sea su relación con el resto de los españoles. Ese porcentaje se ve superado por aquellos vascos y catalanes (sea cual sea el lugar donde nacieron) que consideran una grande estafa la llamada ‘solidaridad interterritorial’, hoy objetivada en el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica).
No podemos estar de acuerdo en todo con esa apreciación, aunque sí en parte
El régimen nacido del levantamiento del 18 de Julio de 1936 dedicó la mayoría de recursos del país (leer ‘La Saga de La Encomienda’) a esas dos regiones, País Vasco o Vascongadas y Cataluña (como se decía) y ello generó en ambas un gran crecimiento económico, el llamado ‘desarrollismo’, desmesurado, sin parangón en el resto de España. Eso sí, sin piscinas, polideportivos, casitas unifamiliares gratis, sin PER y resto de subvenciones. Si te echaban de Altos Hornos te quedabas en el paro y punto pelota. Había que trabajar mucho y bien.
Es, a partir de la Transición reformista, cuando el resto de España, y de forma particular, el SW español, se llena de complejos deportivos y lúdicos, de colectivos subvencionados y de sistemas públicos sanitarios y educativos; merecidos estos últimos y despilfarros de ‘nuevo rico’ los primeros. Y un efecto secundario no menos importante: el abandono de iniciativas y emprendimientos, la pereza laboral, el abandono escolar y la conversión de viviendas unifamiliares en reales farmacopeas, el ‘gratis total’ de los socialistas-populistas cobijados bajo las dignas siglas del PSOE; una vez abandonado el republicanismo y aceptada la monarquía como moneda de cambio para poder gobernar España a su antojo, con crímenes de Estado incluidos y corrupción galopante, amen de acoso y derribo de la prensa que les resultaba hostil.
La historia ya ha puesto en evidencia la corrupción de PSOE y PP y su socio de CIU
Éstos mantendrían la nave en puerto a cambio de pasta, que no son españoles ya lo saben. (Foto 'El Confidencial') |
Resultaría reiterativo analizar la corrupción el último día del año 2016, no lo haremos; ya es bastante triste verme obligado a reconocer – como ciudadano universal – que vascos y catalanes ya son independientes; el hecho de que no sea oficial, no sólo no les importa, sino que son muy conscientes de que están mejor ‘anexionados’ a los efectos de aval económico por parte de España, siempre que lo soliciten, (para eso ha montado ‘pisito’ la vicepresidenta en Barcelona, porque al Oriol no le gusta el AVE por la ‘E’ de España); y, también, a efectos de mercado, ya que, como dice Mariano, somos ‘muchos’ españoles los que dependemos de Cataluña y Euskadi, comunidades industrializadas. De Madrid no hablamos al tratarse de la región más corrompida políticamente, y ser su actual gobierno, presidido por la pizpireta más simpaticona del PP, un buque errante gracias al pacto entre PP y ‘Ciudadanos’.
Resulta curioso y esperanzador que Madrid sea reflotado por fuerzas de izquierda
PS – No confundir izquierda con PSOE. ¡Por Favor! Y mucho menos Carmona (presunto amigo de los de Manos Sucias) con Carmena, que es la dignidad revestida de alcaldesa.