domingo, 20 de noviembre de 2016

Hoy hace 41 años fallecía Franco en el bar Flor de Manolo y Santa

MLFA
Acusado por crímenes de guerra, el espíritu de la Transición le perdonó y murió en la cama.

Aquella noche íbamos de batida por los tajos; nos habían prevenido de que los ladrones de cable de comunicaciones telefónicas actuarían al amparo de las noticias acerca del inminente fallecimiento del General, con quien se había encarnizado el ‘equipo médico habitual’, dirigido precisamente por su yerno, médico y personaje de la ‘Cutre Jet Set’ de entonces, a quien había conocido aquí, en Marbella, a través de Roberto GB, médico bilbaíno huido – como tantos otros – por las amenazas recibidas de la banda terrorista ETA; era muy amigo de nuestra familia. Roberto falleció muy joven, a los 62 años, llegó a ser muy conocido y querido en esta Marbella que ya apuntaba maneras. El famoso traficante de armas Adnan Khashoggi, paciente suyo, le propuso instalarse en Arabia Saudita, pero Roberto, vasco de raíz, se había enamorado de la bella Marbella, como nos ocurrió a tantos otros, a pesar de las diferencias de edad. En otro momento les contaré mi visita al espectacular yate “Nabila”, del traficante, cuyas letras en la proa y popa del barco eran de oro puro, al igual que la grifería, y cuya eslora era de 101 metros, lo que impedía su atraque en Puerto Banús, quedando fondeado en la rada exterior.

Volvamos al bar “Flor” de Manzanares; de noche llevábamos dos escopetas en la furgoneta Renault 4L sobreelevada, con ruedas de tacos, una de ellas cargada con cartuchos de sal, para disparar directamente a los ladrones de nuestro cable, y la otra con cartuchos del ‘12’ que nos servía para intimidar, ya que el fogonazo en plena noche ponía a estos pájaros pies en polvorosa, se trataba de gitanos y payos, bien avenidos, algunos de los cuales eran vecinos de Manzanares.

El bueno de Manolo abrió su bar-restaurante (cuya cocina era de excelencia) a las cuatro de la madrugada, justo a tiempo para que viéramos sollozar al presidente Arias Navarro, alias “El carnicero de Málaga”, al dirigir aquella frase que se hizo famosa: ¡Españoles! ¡Franco ha muerto! excuso decir que en el momento en que nuestros trabajadores, todos ellos membrillatos, aparecieron en los tajos, les mandamos de vuelta a casa y a las siete estábamos de nuevo en el ”Flor”, algunos de celebración y otros bien callados, dando buena cuenta del suculento almuerzo que había preparado Manolo (que el Señor tenga a su lado); servidor tuvo que consolar a su esposa Santa, que lloraba desconsolada sin apartar los ojos del viejo televisor; al poco tiempo apareció su bella hija iluminando con su mirada aquél festín-velatorio, me pareció ver rictus sonrientes y semiocultos en el rostro de Manolo. Al fin conseguí consolar a su esposa. Estas imágenes acompañan toda mi vida; de hecho, mi actividad última en defensa de la dignidad y libertad de los manzanareños, ha sido llevada a la práctica, con grande riesgo físico, en homenaje a aquellos años; yo había desembarcado en ese querido pueblo el día 15 de Julio de 1975, cuatro meses antes del fallecimiento del General que asoló España durante 39 años. Y año y medio después de naufragar en las costas de Terranova.

110.000 cadáveres pueblan todavía cunetas y lindes de España, 80 años después

Algo que no preocupa al Partido Popular que gobierna en España, gracias a los ‘iscariotes’ del PSOE dirigidos por Felipe González, que ha actuado en representación de la gran patronal, para escarnio de muchos socialistas que ya abandonan el partido de la rosa, con las manos llenas de espinas, que es lo que les ha quedado de la flor.

Mi más sentido homenaje a Manolo y Santa y a sus hijos, que tan bien me trataron

Aquí comenzó el tendido telefónico Manzanares, Espeluy, Casetas el 15 de Julio de 1975. Manzanares boyante.

También quiero rendir homenaje a los más de 150 trabajadores de Membrilla, que estuvieron conmigo en los tajos de Manzanares, Espeluy (Jaén), Madrid, Guadalajara, Sigüenza, Calatayud y Casetas (Zaragoza). También a la familia “Confianzas”, que trabajó con nosotros hasta Calatayud, uno de cuyos miembros falleció años después en accidente de tráfico, y de forma especial a la esposa e hijos de uno de nuestros trabajadores, Patón, que falleció arrollado por el tren en el tajo de Calatayud, cuando sólo llevaba cinco días con nosotros.

Patón estaba dado de alta en SS y ello permitió a la viuda mantener a sus tres hijos

Ello no nos sirve de consuelo ya que ella, embarazada de su tercer hijo, y el pueblo de Membrilla vivieron un dolor inenarrable; pero sí de orgullo, porque a pesar de depender de Santander – tan lejano entonces – cumplíamos nuestras obligaciones, como pueden dar fe los herederos de Sánchez de la Blanca (hoy en ‘Siembra’ para conseguir réditos publicitarios, algo que el viejo no hubiera hecho); a diferencia de la mayoría de empresas de esta región, inmersa en la economía sumergida desde tiempo inmemorial.

Al final de legislatura abandonaremos Manzanares deseándoles lo mejor a todos

PS- Esperamos ejercer el control sobre el actual equipo de gobierno socialista, ante la ausencia de oposición por parte de los otros grupos municipales; tambien esperamos que se hayan sustanciado en esa fecha de 2019 las injustificadas demandas que nos han interpuesto quienes hoy lloran su humillación y gravísima derrota por los rincones de Manzanares. No olvidamos nuestra tarea de resucitación del ‘Pozismo’, dictadura de un hombre sobre un pueblo sumiso y cobarde donde los haya, excepciones dignísimas aparte, que no superan los dos centenares de vecinos; todo ello referido a lo político y social, nunca a lo ‘personal’ que nos merece el máximo respeto.

Su insolidaridad ha frenado su desarrollo como pueblo

Y les conduce a la condición de 'fallido', a la vista están los últimos estertores en forma de jornadas y encuentros empresariales absolutamente vacuos. Sin olvidar que el actual alcalde socialista, remedo del anterior, de infausto recuerdo, ha vuelto a 'prometer' parques empresariales, polígonos repletos de empresas, ¿a qué les suena? sólo le ha faltado la estación intermodal y el campo de golf, pero todo se andará; en definitiva: 'El canto del cisne'. Que para nuestra desgracia lo viviremos de aquí a 2019, y se lo contaremos, hay que sacarlos del gobierno municipal.