viernes, 18 de noviembre de 2016

El neoliberalismo mata y enferma a las clases populares (2/2)

Vicenç Navarro
MLFA
Nuevo gobierno del PP, Noviembre 2016. (Fotografía 'Cadena SER')

La evidencia ignorada

Veamos los datos (que extraemos del excelente informe “Enfermedad y muerte de los trabajadores a consecuencia de la crisis", escrito por Ángel Cárcoba Alonso, que fue responsable de salud laboral de Comisiones Obreras en el período 1977-2006). Los suicidios y los intentos de suicidio han aumentado en Catalunya desde 2011 un 9,95% y un 21,81% respectivamente. En Barcelona, el incremento de los suicidios ha sido de un 60% en el período 2011-2013. En Galicia tal aumento fue de un 10% entre 2010 y 2011, y en Bizkaia fue de un 56%. 

En Grecia, por cierto, la tasa de suicidios aumentó claramente, al inicio de la crisis, en un 24%; en Italia un 52% y en Irlanda un 16%. Además de estos datos promedio de comunidades, ciudades o países, hay evidencia generalizada de casos concretos. De los 1.500 trabajadores de Sintel, la antigua filial de Telefónica, que estuvo en huelga durante meses, nueve trabajadores se suicidaron y otros siete murieron de infarto. Y en otro caso famoso de huelga duradera de varios meses – la huelga de trabajadores de France Telecom – 46 trabajadores se suicidaron.

Las enfermedades causadas

Pero las muertes por suicidio son la punta de un iceberg: el de las enfermedades por depresiones, ansiedad y trastornos mentales. Según la Encuesta Nacional de Salud española existe un claro gradiente de personas que padecen depresiones, ansiedad y trastornos mentales que ven aumentar sus enfermedades en la medida que la renta disminuye, (*) siendo especialmente acentuadas estas enfermedades entre los trabajadores no cualificados, que son los más vulnerables al paro y a la precariedad.

(*) – En Manzanares han sufrido esa situación líderes de los dos partidos entre 2011 y 2016; está debidamente contrastado, aunque no resulta ético que publiquemos sus nombres.

Un tanto igual ocurre en cuanto al consumo de tranquilizantes, relajantes y somníferos. Según los mismos estudios, las enfermedades y situaciones de malestar más comunes entre parados de media y larga duración son: 1º) un descenso del consumo alimentario; 2º) un abandono de su cuidado bucodental; 3º) un crecimiento de los problemas para hacer frente a los gastos de energía, agua, gas y electricidad (un 23%); 4º) un aumento de los trastornos cardiovasculares y gastrointestinales (31%); 5º) un aumento del consumo de psicofármacos (18%), y así un largo etcétera.

Completando tanta muerte y enfermedad, lo que los trabajadores y movimientos sociales han experimentado ha sido un aumento de la represión, intentando frenar cualquier amago de respuesta o rebelión. Los derechos de huelga han sido muy restringidos bajo el gobierno Rajoy, habiendo sido detenidos 12.500 trabajadores y ciudadanos en protestas ciudadanas durante el período 2011-2014. Esta es una realidad prácticamente ocultada en los mayores medios de comunicación.