MLFA - Miembro de la Diáspora Vasca.
Años de gimnasio extremo, con entrenador personal (algo propio de millonarios) han arrugado la faz del individuo dejándola convertida en simple mueca, sin brillantez ni tersura a los 70 años, piel de baja calidad y arrugas entre manchas faciales; mirada extraviada la de este cínico que nunca mira a los ojos. Acomplejado y taimado. Nunca sonríe al no mostrar alegría interior, su risa, infrecuente, es la de la hiena. Leporino, el bigotazo dejó trazas.
A lo largo de esta semana, coincidiendo con la investidura fallida de Núñez Feijoó a la presidencia del Gobierno de la Nación, y con el experto en explosivos FG lamiéndose las heridas en alguna de sus mansiones próximas a Madrid, intentando convencer a varios posibles tránsfugas de su todavía partido (algo que resulta increíble y doloso); publicaremos un ensayo (en román paladino) acerca de la reconciliación 1975 que no pudo ser; el torpedo bajo la línea de flotación a la reforma del Estatuto de Sau; y el consiguiente auge del independentismo, inexistente hasta entonces. Toda una Transición del 78 arrojada a la basura.
Ayer un pusilánime Feijoó se entregó en brazos del monstruo creado por Manolo Fraga ad maiorem gloriam
(Pedro Sánchez gobierna gracias a una derecha montaraz, propia de países latinoamericanos no de Europa)