martes, 19 de diciembre de 2017

Iceta sube a cuenta de ‘Podemos’ que frena a ‘Catalunya en Comú’

Klippe

 Cuarteto del fiasco; en segundo plano Urtasun de IU, melifluo tertuliano de la Sexta, enamorado de Bruselas.
La ciudadanía ya no les pide cuentas a éstos; dejará de votarles y punto pelota

Ocurre el mismo fenómeno que en el resto de España; ‘Podemos’ se despeña en todas las comunidades autónomas; la pérdida de liderazgo de Pablo Iglesias, más preocupado por su vida privada que de la función pública; su desorientación política, superado el impulso que le brindó la derecha mediática, esa ridícula ‘coleta’ arapahoe que acerca a Pablo al gremio de ‘guardaespaldas’ de narcotraficante (me refiero a la imagen, o sea al ‘look’, sin otra intención). Ausencia de proyecto político y ‘pandemónium’ organizativo, con los compañeros de aventura desperdigados y el aspecto patético de Echenique, que ya no hace gracia a nadie; qué decir del ‘chico’ Errejón al que la americana le sienta como a un cristo dos pistolas, y la Bescansa, con gesto de meiga, mujer de la que tanto se esperaba. Sin olvidar a la portavoz de Carmena, a la que le queda año y medio escaso en tan alto cargo institucional.

Ya utilizan las demandas judiciales como la derecha y los del famoseo

Un JEMAD que le bailó el agua a Zapatero dirigiendo ‘Podemos’ en Madrid; un juez desaparecido en combate; y el más inteligente: Monedero, haciendo ídem por los platós pseudo progresistas, sin olvidar a Ada Colau en ‘Sálvame de Luxe’, como si la dignidad no importara en época de elecciones, a modo de ‘todo vale’, cuando hablamos de la mujer que representó en toda España las siglas (más que dignas) de la PAH, una mujer inteligente y progresista respetada por todos. 

¿Qué pintaba Ada Colau con medias nuevas con semejante fulano?

Pero vamos al pronóstico que se nos ha pedido por parte de algunos lectores: "Catalunya en Comú – Podem" no superará la decena de diputados, a pesar del notable liderazgo de Domenech y de la alcaldesa de Barcelona. La presencia de Pablo Iglesias en Barcelona resultó anacrónica; parece mentira tratándose de un hombre joven que lidera un partido de nueva creación (quizás ya vieja). 

Nos queda el consuelo de que los votos no se perderán, los recoge la CUP