domingo, 28 de febrero de 2016

El cuatrienio maldito; a la búsqueda de la autoestima perdida

MLFA
Aparición de la Legionella en Filadelfia USA en 1976

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la medida preventiva más eficaz para evitar la aparición de la “Legionelosis”; la ‘legionela’ en lenguaje común, es el control, por las autoridades responsables, del abastecimiento de agua, mediante la aplicación de planes de garantía de la salubridad del agua. Planes específicamente diseñados a estos efectos que entrañen la introducción y el seguimiento periódico de las medidas de control del agua y del mantenimiento de todas las instalaciones mediante una limpieza y desinfección sistemáticas.

El cloro es el producto más adecuado, la lejía en ambientes domésticos

Se conoce con el nombre de “enfermedad del legionario”; pero conviene aclarar que no se refiere a ‘nuestros’ legionarios; ya que éstos, lo primero que hacen cuando comienzan una misión, militar o humanitaria, es desinfectar el agua, en beneficio de ellos mismos y del resto de la población, y lo hacen, precisamente, con pastillas de cloro, igual que los responsables de las piscinas, públicas o privadas.

Asistentes a la Convención de la Legión Americana, muchos enfermaron (Foto 20 minutos)

Lo de ‘legionario’ proviene de la Convención de la Legión Americana que tuvo lugar en la ciudad de Filadelfia en 1976, en la que muchos de los asistentes sufrieron el brote de esta enfermedad, que, en un principio, se diagnosticó como ‘neumonía’.

La Legionella no se transmite de una persona a otra (OMS)

La bacteria prolifera, en mayor o menor medida, dependiendo del mantenimiento y limpieza de las instalaciones, como ya hemos dicho, en agua tibia, fuentes públicas de agua, llaves de agua fría y caliente, sistemas de refrigeración o aire acondicionado, en procesos de nebulización (agua como niebla), fuentes decorativas privadas y SPAS de hidromasaje.

Por lo que respecta a Manzanares; la población tardará mucho tiempo en recuperarse, por mucho que sus gobernantes traten de esconder la cabeza bajo el ala; demasiados afectados y varios fallecidos, cuatro o cinco por el momento. Sin olvidar la ruina que supuso para el comercio la inexistente ‘campaña de Navidad’, tan esperada por los comerciantes para cuadrar el balance anual. La sensación que hemos percibido era de rabia contenida, amen de crítica hacia las autoridades municipales por su ausencia o la tardanza en la toma de decisiones al respecto de lo que estaba ocurriendo desde el día 11 de Diciembre pasado.

La bacteria no fue obra del Espíritu Santo, ni de la casualidad

Plaza pública sospechosa de Legionella, frente a la estación, (Foto El Mundo) 

El abandono del último cuatrienio en cuestión de higiene y salubridad pública; cañerías atascadas, vertidos tóxicos sancionados con multas millonarias: 100.000 € en 2014 y 200.000 € en 2015; algo desconocido en la región; los miasmas de pestilencia que inundaban el pueblo (de forma nebulizada); los cientos de vertederos ilegales, el uso de fuentes públicas como ‘baños’ públicos, donde quedaban depositados la ‘tierra de macetas’ de la que habla la OMS (como otra de las causas); la falta de limpieza y el abandono higiénico del municipio, incluido el parque de los patos; todo ello contribuyó a que se desatara una epidemia de legionelosis virulenta en cuanto al número de los afectados, más de 230, y no digamos ya los fallecidos. Resumiendo: fue obra de la 'causalidad', del abandono en materia de higiene pública. 

Lo de que eran “enfermos de antes” es argumento de ‘mal pagador’

Los responsables de Medio Ambiente, Manuel Martín Gaitero, y de Sanidad, aquella veterinaria ceñuda; siguen en la Corporación, si bien en la bancada de la oposición, en plan ‘antisistema’, olvidando aquello de: “de aquellos polvos estos lodos” y tratando de culpar a los socialistas de una epidemia que se gestó en el cuatrienio maldito, debido al abandono en materia de higiene y profilaxis municipal (no olvidemos los árboles que enfermaron entre 2011 y 2015).

Urge recuperar la autoestima de los ciudadanos, en aras del progreso

Torres de refrigeración, nido de bacterias Legionella, (Foto de 'tu noticia')

La rechifla de la ‘Sexta’ y gran parte de la prensa nacional con ocasión del rechazo al uso de espacio público por parte de la Escuela de Ciudadanos, del citado Martín Gaitero, concejal (también) de Cultura. La vida de lujo y oropel de miembros de la Corporación; el colapso de un ala del castillo de (cartón-piedra) Pilas Bonas; el trágico desplome de la cúpula de la ermita de la Vera Cruz; el derrumbe del techo del Centro Diocesano que destrozó la sede de la revista ‘Siembra’; el hundimiento de la plaza de la Constitución, recién construida; los episodios, de una magnitud extrema, de violencia doméstica; los suicidios de personajes conocidos; la proliferación de obras injustificadas; la compra con fondos públicos municipales de edificios-ruina grandiosos que, curiosamente, eran de la responsabilidad, como agente inmobiliario, del propio alcalde, quien aseguró que eran operaciones inmobiliarias muy beneficiosas para el pueblo.

Fuente del Gran Teatro, inspeccionada, (Foto de la Sexta)

Y podríamos seguir; eventos con dispendio de caudales públicos que no reportaban beneficios al pueblo; desprecio olímpico del vecindario y endeudamiento brutal; que lastra inversiones productivas de cara al futuro a corto y medio plazo.

Amenazas a editores de prensa digital, intento de agresión a uno de ellos por parte del entorno de los gobernantes; ausencia de transparencia, negación absoluta de libertad de expresión; interposición de una batería de demandas judiciales en vano intento de conseguir el cierre de un medio digital, por parte de cargos del PP local y de gentes de su entorno.

Ellos ya no están; recuperemos la autoestima que nos hará progresar

Dejemos atrás este mal sueño que ha supuesto la actuación del equipo que gobernó Manzanares entre 2011 y 2015, y sigamos investigando que algo saldrá, pueden estar seguros de ello.