lunes, 22 de febrero de 2016

Alberto Garzón ‘dos diputados’ reúne hoy a ‘150’ para recuperar rictus comunista

Lagun
Lugar de la reunión, sin acceso a 'plumillas' (Foto de Alejandra Domínguez)

Alberto Garzón, versión política del caballero de la ‘triste figura’, razón por la que gana en las encuestas y pierde en las urnas; que los españoles somos muy dados a compadecernos del perdedor y a envidiar al ganador; con el fabuloso poder de convocatoria que le caracteriza, ha convocado para hoy a los del PSOE y Podemos a unos ejercicios espirituales express, con el fin de convencerles (con sus dos electos) de que la solución ‘pasa’ por IU y sus dos diputados ya citados, con condiciones (exigidas por IU, claro).

Asistiremos a otra pérdida de tiempo; en la que los cafés y la bollería corren de cuenta nuestra, en la que de nuevo esparcirán una retahíla de vaciedades y obviedades, todo ello a diferentes velocidades; muy atentos a la hora de emisión de los telediarios. Pero no importa, el país y el paisanaje de Sabina, se gobiernan a sí mismos e incumplen lo establecido (sobre todo en materia laboral) con gobierno y sin gobierno. Los cafelitos, en la Administración, han pasado a durar entre 50 y 70 minutos.

La Administración española va de “lui même” y sin crispación

Las dos caras (amargas) de lo mismo (Foto de 'mi ciudad real')

Uno se pregunta si existe algún país en el mundo, a excepción de Cuba (Raúl y Fidel), donde un grupo de dos diputados puede convocar todo un frente político que se haga cargo del devenir de una nación como España; no resulta serio, por eso no se nos trata con respeto en el concierto de naciones, y los ‘grandes’ (a Cameron le llaman Camarón) se ríen de las gracietas de Rajoy y, a veces, de las de Guindos, que, por lo menos, nos ahorra el gasto en brillantina, no como el alcalde maño, que la utiliza a ‘puñaos’, gratis total, como aquel ministro socialista a quien Gaitero negó el pan y la sal, por cierto, ¿Quién es ese Gaitero? Parece que han transcurrido dos décadas de aquello. Se lo aclararemos en breve, baste como ‘preámbulo’ (él confunde preámbulo con prólogo) aquella frase memorable del personaje: “Es que en el preámbulo de un libro este señor critica al PP”.

Gaitero será nuestro próximo personaje político que no ha hecho historia