MLFA - Residente durante 38 años en Euskal Herria y 18 años en Catalunya. Y en Manzanares (CR) entre 1975 y 1978 y entre 2005 y 2015. Políglota: Castellano, Catalán, Gallego, Inglés y Francés, hablados y escritos; Euskera y Alemán, hablados con cierta dificultad.
Somos muchos los vascos y los navarros que nos deleitamos desde muy pequeños con canciones clásicas en euskera; y somos muchos los que hemos vibrado emocionados con el 'Eusko Guadariak'; igual que lo hacemos con 'Els Segadors', 'El cant dels ocells' y el 'Virolai' de los catalanes. Dicho esto, amb el cor a la mà, no podemos ignorar que el euskera fue una herramienta, más bien un 'arma', durante la lucha contra el franquismo; en ningún caso pensamos que el euskera pudiera convertirse en lengua vehicular, y decidimos (muchos vascos y navarros) constreñirla al ámbito de la cultura, igual que seguimos admirando otras tradiciones en el ámbito deportivo: Frontón, arrastre de piedra, levantamiento de piedra, y soka-tira, entre otras actividades deportivas vascas. En Manzanares (Ciudad Real) descubrí muy emocionado la existencia de un frontón municipal de medidas reglamentarias; indagué al respecto y pude constatar que, en décadas de existencia, no se había celebrado ni un solo partido de pelota vasca, se utilizaba para la práctica de otros deportes; al tiempo que fui consciente del odio visceral de la mayoría de sus habitantes hacia los vascos. Fue precisamente en ese pueblo 'maligno', de asesinatos y otros horrores a lo largo de estos últimos años, donde se construyó la cárcel de máxima seguridad de Herrera para custodia de los presos de la banda terrorista ETA. Los hosteleros del pueblo estaban encantados de poder 'sacar la pasta', con precios desorbitados, a los familiares de los presos de ETA, a quienes llamaban 'hijoputas' por lo bajini. ¿Construyeron el frontón para los presos de la banda?
El catalán es una lengua 'viva' que no precisa de 'injertos'; el euskera es una lengua 'muerta', solo para cultos