sábado, 21 de enero de 2023

Hoy cumple 75 años MLFA: ¡Vida de promiscuidad y prodigalidad!

Luz de Gas - Magistrado y amiga de Martintxo desde 1987 en Barcelona y Palma de Mallorca. Fue el mejor y más humano intérprete jurado en mi juzgado.

Castro Urdiales; al fondo junto a Santa María (Siglo XI) y el puente de acceso al antiguo convento, donde se declaró MLFA a la madre de sus hijas en 1967.

Hijo, nieto, biznieto, hermano y cuñado de médicos, cursó dos cursos de Derecho en la Universidad Jesuítica de Deusto; elegido delegado de curso fue expedientado y expulsado de la Facultad durante cinco años. (no salió en su defensa un tal Xabier Arzalluz SJ, profesor suyo). Al año siguiente inició los estudios de Náutica, dedicando 21 años de su vida a la mar y al mercenariado, sin ataduras ni límites. Miembro de la directiva del SLMM (Sindicato Libre de la Marina Mercante), llegó a ser el líder sindical de Compañía Trasmediterránea entre 1978 y 1985. Juntos estudiamos Criminología en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre 1987 y 1988.

Vive en la más absoluta soledad en la Reserva Natural del Estrecho de Gibraltar desde 2016

En 2000 vendió su patrimonio; he de decir que regalando todos sus bienes 'muebles' a familiares sobrevenidos y amigos. Vivió de rentas hasta 2012, año en que obtuvo una pensión de jubilación. Retuvo su ajuar personal, realmente impresionante en cuanto a calidad y estilo se refieren; le acompaña hasta el día de su muerte, según manifiesta a menudo. Un sastre amigo se lo ajusta a las diferentes tallas, sin respetar modas imperantes. Se desprendió de los uniformes de Capitán de la Marina Mercante. (Guarda las palas de hombros, óvalos de ancla, y dos condecoraciones; una de los USA y otra de Colombia). Vive frugalmente revestido de dignidad, en tierra depauperada. Manifiesta que es feliz, a su manera; le queda alguna compañera y me consta que recibe visitas nostálgico-sentimentales.

Siempre lo ha dado todo sin pedir nada a cambio: ¡Le deseo larga vida! en este día de lágrimas de nostalgia