jueves, 24 de octubre de 2019

Epílogo 'La Saga de La Encomienda', Martín L Fernández-Armesto

Quintanar de la Orden; orígen de 'La Saga de La Encomienda'

Epílogo
 

La Encomienda es fruto de la imaginación del autor, viajero impenitente; pero existe, tan real como La Mancha, sita en cualquiera de los lugares que recorrió Alonso Quijano en la mente de Cervantes y para allegarnos a ellos hemos utilizado una prosa cervantina, recia, de azada y arado, sin concesión a juegos florales, por resultar superfluos en estos yermos, sometidos en pleno siglo XXI, a fuerzas sociales y políticas que impiden su desarrollo, y a la falta de obligada modernización que convierta la sumisión en esperanza e ilusión para el proyecto de vida de sus hijos, faltos, la mayoría, de la formación adecuada para hacer frente a los retos de una sociedad globalizada. También cultura, siempre a lomos de la modernidad, en el rechazo de subculturas, que a modo de urdimbre maniatan y castran los impulsos creativos. Sin olvidar la formación continua y el logro de una educación de excelencia, que sea accesible a todos. 

Tratamos de que nuestro mensaje sea entendido por los lectores de cualquier condición o clase social, la gente del común; de forma que brote el atisbo de rebeldía imprescindible para desenmascarar la explotación laboral; el acoso sexual a las trabajadoras cuyos padres, en la confianza de que recibirán trato digno, entregan a la custodia de empleadores irresponsables; el respeto y cumplimiento efectivo de las legislaciones sociales y laborales, al considerar que existe una cierta responsabilidad social que compete al empresario. Se hace necesario luchar contra la lacra de la economía sumergida; por dignidad y por nuestra obligación en procurar que las pensiones de hombres y mujeres de mediana edad estén garantizadas llegado el momento de su merecida percepción. También exigimos que se cumplan los acuerdos socio- laborales, en su integridad; si no lo entienden así les pedimos que relean La Encomienda y sientan dolor en los corazones, siquiera sea por la constatación de la impunidad de la que se han beneficiado políticos y empresarios, generalizada la misma a lo largo de siete décadas. 

Vivimos la antesala de una nueva política en España, que es del todo posible; asistiremos a la fractura del bipartidismo, imprescindible para ganar la gran batalla de la corrupción política y económica instalada en nuestro país por los gobernantes de los partidos convencionales, no les quepa la menor duda de que echaremos a la ‘casta’ y lo haremos con cajas destempladas a la espera de que sean reclamados por la Justicia. Queremos que devuelvan lo robado, no solo el efectivo, sino la dignidad arrebatada por uso indebido de expresiones como libertad y la más manida y pisoteada, la igualdad. Debemos respetar la diversidad; ítem más, venimos obligados a integrar a los que llegan de fuera, para ello es imprescindible que extirpemos de nosotros el sentido de desprecio hacia ellos; les hace muchísimo daño y resulta inmerecido del todo. 

Queremos abrir las fosas, para llevar a los nuestros al lugar que les corresponde, se cuentan por millares, más de cien mil españoles abandonados en lindes y cunetas; no son legítimos los gobiernos que consienten tamaña tragedia humana, además de poner en cuestión la transición del 78, que lleva a muchos ciudadanos a demandar ruptura, al comprobar que la reforma fue una pura entelequia. 

Hacemos un llamamiento a todos los poderes públicos para que financien planes de desarrollo industrial afectados a las comunidades del sudoeste español; no son tiempos de colonización, sino de industrialización, mucho menos de subsidios, que deberían quedar reservados a los más débiles por razón de discapacidad. Por último apelamos al ‘sentido de pertenencia’, lejos del folklore y demás manifestaciones del costumbrismo añejo; orgullo de pertenecer a una sociedad libre y democrática, ya que sin él no somos nadie, como estamos comprobando en el concierto de las naciones, donde no somos tomados en consideración. 

El Partido Popular se disponía a expulsar del poder a los socialistas, con la inestimable ayuda del presidente Zapatero, que había tirado la toalla en 2010, aunque su dimisión se produciría en 2011, año en el que los del PP arrasarían electoralmente en la que se ha venido en llamar la legislatura recortada, no solo por los graves recortes llevados a término por los reyes de la gran corrupción, que pasarían a la historia como partido de la Gürtel y de la Púnica; al igual que el Partido Socialista sería recordado por ser el partido del Gal y del Crimen de Estado. 

Legislatura recortada por la breve estancia de esta gente en el poder; de hecho devolverían a los socialistas y a los partidos emergentes - en tan solo cuatro años - la mayoría de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, incluidos los de las grandes capitales. 

En Extremadura los socialistas recuperarían la Junta; en Castilla La Mancha lo harían con el apoyo del partido Podemos; y en Andalucía con el nuevo emergente Ciudadanos. Monago y de Cospedal hubieron de sorber hasta las heces tan amarga como merecida derrota. 

En La Encomienda; los populares que habían gobernado desde 2011 gracias al efecto ZP y a luchas intestinas en el socialismo comarcal, desaparecieron del mapa político local, al ajustar cuentas los vecinos con quienes habían gobernado como verdaderos déspotas sin ilustrar, con el desprecio como actitud habitual, los intentos de agresión a periodistas, la vida muelle y regalada en el oropel y la promiscuidad; con el cobro de comisiones ilegales y por llevar a los vecinos a un endeudamiento insoportable. En 2015 sus responsables abandonarían la política, con las alforjas llenas de caudales, también de oprobio. La sonrisa vertical había mutado en horizontal en el sofá del psiquiatra.