viernes, 9 de septiembre de 2016

38 años de corrupción y 1 de pedagogía política manzanareña (1/3)

MLFA
Puente de la Reina de Manzanares. (Foto 'panageos.es')

Si consideramos el año 1978 como fecha de arranque de la democracia en España y nos ceñimos a su desarrollo en Manzanares, el balance de situación en nuestro pueblo resulta demoledor. Empezaremos ignorando al alcalde de la primera fase de la Transición, Teodoro Rincón, que gobernó Manzanares entre 1979 y 1983, sin pena ni gloria, aunque se ha de reconocer que renovó las canalizaciones de agua potable y saneamiento. En algún momento de lucidez el hombre debió pensar: Hay que dotar al pueblo de cañerías nuevas y de mayor diámetro para que sean capaces de evacuar la enorme cantidad de mierda política que esperamos recibir en las próximas décadas.

En 1983 aparece ya el socialismo, el PSOE renovado por Felipe González, que devino en ‘Felipismo’ y que, en Manzanares, a imagen y semejanza de Sevilla, adoptó el nombre de ‘Pozismo’, por su fundador. Ahí comenzó la corrupción generalizada, tanto en Manzanares como en el resto de España.

Hoy ya podemos confirmar, sin miedo a demandas, que el arranque se produjo en 1983

Nepotismo, amiguismo, reparto de subvenciones y empleos con el único fin de obtener un voto – el socialista – cautivo, ausencia de libertad de expresión, sueldos injustificados para un pueblo medianejo, y gastos suntuosos, y todo ello con la inestimable ayuda (no les veía como enemigos) de la Iglesia local. Sin olvidar la vida muelle de los munícipes, que supuso un verdadero despilfarro y, lo que es peor todavía, un atentado a la democracia incipiente, al constatar los vecinos que el nuevo sistema político era la misma dictadura que el anterior, por idéntica merma de derechos, y se limitaron a entonar el ‘convendrá…’ y el ‘ha de ser así…’, dos clásicos en nuestro pueblo. Gastos de representación desproporcionados, por los que, curiosamente, una tal Rita Barberá puede llegar a ser procesada y nuestros regidores se irán de rositas, como decíamos el otro día en esta pantalla.

Habíamos pasado del partido único ‘franquista’ al partido único ‘pozista’

Nos vemos obligados a puntualizar que en el llamado ‘tardofranquismo’, período que discurre entre 1965 (Tecnócratas del Opus Dei) y 1975 (muerte del dictador en la cama), hubo mayor cota de libertades en España que en los años posteriores al gran triunfo del PSOE en 1982. Ello no nos ha de extrañar, ya que igual que Fernández Vara, presidente de Extremadura - ¿de qué otro sitio podía ser? – procedía de Alianza Popular; varios de nuestros dirigentes municipales procedían de Falange Española y de las JONS; quien firma este artículo da fe de ello porque les conoció entre 1975 y 1978; entonces eran unos fachas, además de unos puteros y drogotas; es muy curioso, a mí me lo parecía entonces, porque, en asunto de drogas y ‘puticlús’ eran unos ‘avanzados’ (recomendamos la lectura de ‘La Saga de La Encomienda’, que hace referencia a lo que pudo ocurrir, se trata de una novela de ficción, en un pueblo imaginario situado geográficamente en la planicie manchega). Por supuesto, no eran socialistas, doy fe de ello; se apuntaron al carro sociata un lustro después, cuando lo de Felipe empezó a tener visos de realidad, al romperse la crisma política el ínclito Adolfo Suárez. Se trataba de desclasados, gente de la cáscara amarga y oportunistas; abundaban en CLM, Andalucía y Extremadura.

Estos días la prensa ha recordado (lo publicaremos esta tarde) las andanzas del presidente de la Diputación de Orense, Manuel Baltar, del PP, hijo del gran cacique y anterior presidente de la institución, José Luis Baltar, en su búsqueda de sexo a cambio de empleo fijo; algo que no nos resulta desconocido en estos lares.

Ese régimen ‘nuevo’, antidemocrático y liberticida, de voto cautivo, duró 28 años porque las elecciones las ganaban de forma democrática; los manzanareños son así, de suyo sumisos. Pero no podemos ignorar el período comprendido entre 2011 y 2015 durante el cual el PP, haciendo de su capa un sayo, repitió las mismas pautas de comportamiento político que los ‘pozistas’; a los del PP de Manzanares no se les ha podido etiquetar por la brevedad de su mandato.

¿Cómo pudo durar 28 años? Porque los vecinos creían que no había cambiado nada

PS – De hecho; el pozismo duró ‘sólo’ 28 años gracias a Zapatero. Y gracias al tal ALM y su equipo de lumbreras políticas, ahora Manzanares disfruta de un nuevo régimen, que se denomina ‘Nievismo’, al que prevemos corto recorrido.