MLFA, 74 años de edad
Los mayores somos como el 'Peine del Viento' de Chillida; estamos diseñados para soportar todo tipo de embates, inmerecidos algunos de ellos.
Cuando creíamos superado el ¡Muera la cultura! de los fascistas alemanes, italianos y españoles; las personas mayores nos encontramos con el aterrador ¡Muera la experiencia! que proclaman nuestros deudos; tras expropiarnos el derecho a expresar sesudas y contrastadas opiniones, cimentadas, precisamente, en esa 'gran experiencia' que se nos niega, de forma a todas luces injustificada. Somos muy pocos los 'liberados' que hemos asumido la vida en soledad como mejor opción a partir de los 60 años; a los hijos y nietos les deseamos lo mejor en todos los órdenes de su vida, claro está.
Los jóvenes entienden que los 'medios' de sus abuelos: coches, mandos a distancia, etc, son suyos 'de prop'
Opiniones que los jóvenes 'veinteañeros' ni tan siquiera escuchan, siguiendo el ejemplo de sus padres 'cincuentones' y de escasa o nula formación académica, que cuestionan a bote pronto las opiniones de sus padres 'setentones', con mejor (mucho mejor) formación académica, cultural y profesional.
Terminar con la figura del padre-abuelo autoritario, al igual que con el 'supuesto' macho-enemigo las mujeres
La mujer-abuela es la colaboradora necesaria (cómplice) de una situación que sitúa al hombre-abuelo contra las cuerdas; se le prepara una agenda como la de un político cualquiera: llevar y recoger al niño del hockey, a la niña del ballet, trasladar a ambos a clase de inglés; en muchos casos llevar y recoger a los nietos al colegio, y ¡no se lo pierdan! hacer mutis por el foro el viernes de anochecida, ya que sus 'servicios', onerosos y gratuitos, no se requieren hasta el lunes de amanecida. Los padres de los niños se toman el 'finde' de asueto, los abuelos ya tienen bastante con las peli-mierda que les ofrecen las TV los sábados y domingos.
Cuando 'el viejo' te cuenta esto con orgullo no le creas; está hasta los cojones de hacer de fámulo, pero siente miedo de la abuela, de los hijos y de los propios nietos, diría que siente pánico y pone buena cara
El hombre ha vivido con 'Miedo a la libertad' (franquismo, protofranquismo, retrofranquismo y nazionalsocialismo felipista; un chuloputa con bigotazo y dos imbéciles de diccionario: M Punto Rajoy y ZP); y, al jubilarse, experimenta el 'Miedo a la muerte' que intuye cercana aunque no lo admita públicamente; su capacidad de 'aguante' aumenta de forma exponencial, es por ello que admite todo tipo de órdenes e instrucciones, también desaires y reproches continuados que provienen, por este orden, de la esposa, de los hijos y de los nietos, estos últimos unos 'tocahuevos' desde la adolescencia.
El abuelo pregunta sumiso y humilde a la 'jefa' si puede meter en el carro algo que le gusta; ella no le presta atención, sigue a lo suyo, decide ella.
Sus funciones son nuevas: carro de la compra, recogida de niños y mantener la boca cerrada, salvo bobadas
Aunque tarde, la esposa adquiere el control social (nulo, salvo hijos y nietos); dicta las normas de convivencia (la nueva normalidad, que diría Sánchez); y es incapaz de responder a las preguntas del marido: ¿Por qué no nos invitan a cenar algún sábado? ¿Por qué no nos llevan a su segunda residencia algún fin de semana? ¿Recuerdas que nosotros avalamos las 'dos' hipotecas? ¿Por qué no nos ofrecen el 'BMW' de 5 años con 73.000 kilómetros que van a 'entregar' para comprar uno nuevo de mayor potencia? Para lo que les van a abonar por el viejo...
En lugar de segundas residencias y vacaciones anuales procede contratar personas adecuadas para los niños
Algunos lo hicimos durante muchos años, pagando los 'cupones' de la Seguridad Social a la muchacha interna o externa; la conciliación familiar es una entelequia, los permisos de maternidad y/o paternidad son del todo improcedentes, a salvo las bajas médicas, si, por desgracia, arriba la enfermedad. El Estado no puede hacerse cargo, si en algo estima la productividad de las empresas, de que puedas ocuparte del niño y del empleo a tu mejor conveniencia y no solo te salga gratis sino que cobres por ello.
Tienes derecho a trabajar, como tu marido, y deberéis 'pagar' a quien os sustituya en determinadas tareas
Cuando los abuelos dejan de ser útiles para el cuidado de los nietos, los hijos se plantean ingresarlos en una residencia de ancianos, excepto en aquellos casos en que se benefician de su pensión. No entro a juzgar la responsabilidad 'in vigilando' de esos hijos respecto del trato que reciben sus padres en las residencias geriátricas (cuyos propietarios 'se forran' dicho sea de paso), sostengo que, en muchos casos, la responsabilidad de hijos e hijas brilla por su ausencia. (Los nietos ni se acercan a las residencias a ver al abuelo o la abuela y, cuando lo hacen, no paran de preguntar ¿Cuándo nos vamos?). Requiere de un artículo más profundo que este, y yo todavía no estoy en plena forma. Lo vengo advirtiendo: se echa en falta una educación en 'valores', claro que con esta mierda de 'Transición 78', preñada de individualismo y corrupción, hablar de valores resulta utópico.
Recuerden: "No hay soledad donde hay saber, conocimientos e información veraz" (MLFA)
