MLFA
Es ‘emigrante’ la persona que intenta mejorar sus condiciones de vida en otro país diferente del que le vio nacer; es la definición correcta, no hay otra, a no ser, claro está, que ‘estrujemos’ el lenguaje con aviesas intenciones. Es ‘refugiado’ el ciudadano de un país que se ve impelido a abandonarlo por razón de conflictos armados o persecuciones políticas y religiosas. El refugiado tiene derecho, reconocido por el resto de países, a recibir ‘asilo’ en el país al que consiga llegar, por sus propios medios, o bien a través de organizaciones humanitarias internacionales. El emigrante sólo tiene derecho si es reclamado para trabajar dignamente y con contrato. Así lo hicimos cientos de miles de españoles en buques extranjeros, en astilleros y fábricas de Europa, en los complejos hosteleros británicos, y en los ingenios (grandes factorías) azucareros de Latinoamérica y Guinea, entre otros destinos.
Los españoles de cierta edad y los jóvenes cultivados sabemos de esto
Hasta tal punto los españoles somos conocedores de flujos migratorios en: Francia, Alemania, Noruega, Suecia y Gran Bretaña; y del asilo político: Francia, Gran Bretaña y México, que, todavía, tenemos 110.000 paisanos nuestros ‘refugiados’ en cunetas y lindes de España. Ellos no tuvieron oportunidad de ‘refugiarse’ en los países citados. Pablo Casado: ¿Qué hay en las dichosas cunetas?.
España es un país de ‘expertos’ (Argentina lo es de ‘psicólogos’, así le va a esa amada tierra); estos expertos en todo y en nada: inmigración, corrupción interior, paraísos fiscales, economía, tráfico de sandías de Castilla a Levante, violencia de género, política territorial, yihadismo, entre otras especialidades (como criminólogos de 23 años), han encontrado un nuevo filón en la inmigración. Lo que no dicen los expertos de esas teles, ‘buenistas’ y ‘fulleros’, es que los 15.000, los 21.000, y los 18.000 no van a encontrar trabajo, como no sea en el ‘top manta’, ¿es bueno para nuestro país? ¿es bueno para esos desgraciados? ¿a quién quieren engañar? no van a encontrar trabajo digno ¡nunca!
Hoy, el más experto del GF, ha dicho que estos 15.000 pagarán nuestras pensiones
Cuántas décadas de 15.000 negrazos-año (como armarios) y varios cientos de chinos, que no pagan ni cementerio, harán falta para que se puedan cobrar las pensiones en 2050; yo calculo que harán falta los varios millones de inmigrantes africanos que anunciaba ayer Pablo Casado, alias ‘Hernández Mancha’.
Digo ‘negrazos’ porque los vengo conociendo a pie de patera; se trata de la mejor juventud de sus respectivos países: jóvenes, sanos, fuertes, bilingües y trilingües, con un manejo de los móviles que causa sensación. Hablan africano (diferentes idiomas) y árabe; francés (Congo, Camerún, Senegal, Costa de Marfil, Ghana), inglés (Nigeria, Tanzania, Kenia, Etiopía, Eritrea), portugués (Angola). Debo admitir una cierta ventaja; trabajé con ellos entre 1969 y 1971. Nunca imaginé esta situación, de la que culpo a Europa que siguió esquilmando esos países, aún después de que los mismos obtuvieran la independencia (la fallida, en mi opinión, descolonización).
La pregunta del millón de euros, ¿por qué no se quedan a levantar sus países?
Sigan leyendo, por favor, que no soy un xenófobo de mierda; es cierto que necesitamos inmigrantes que rejuvenezcan esta vieja, podrida y corrupta (por no decir puta) Europa; eso se hace por medio de cupos, de acuerdos con aquellos países que no salen del subdesarrollo por culpa de intereses espurios de europeos y anglosajones que siguen desvalijando el continente africano y el sudeste asiático. De no hacerlo así llenaremos pueblos y ciudades de delincuentes ‘por necesidad’ (que no por maldad) y les aconsejo que les visiten en los polideportivos. Son gente que ha caminado 5.000 kilómetros atravesando dos desiertos y han franqueado el Sahel y el Magreb; vamos que, como dice el vulgo, hay que echarles de comer aparte.
Por cierto; tienen que venir con certificado médico y libro de vacunas ¿oído Pedro?
Los españolitos deben enterarse, por otros medios que no sean la mierda de cadenas imperantes y narcotizantes, que se utiliza un sistema de corte mafioso para introducir a estos jóvenes y madres embarazadas: el traficante entrega a los pasajeros de la muerte, de cada patera, dos o tres móviles anticuados con varios números memorizados de ONGs.
A 3 ó 4 millas de la costa de Libia o de Marruecos, o sea, nada más perder de vista la playa, llaman a las ONG y les dan la situación; resulta fácil porque las ONG conocen los puntos de partida. Las ONG llaman, a todo correr, a Salvamento Marítimo de los países sureños: Grecia, Italia, Malta, Chipre y España (con Francia no se atreven). Allí acuden nuestros barcos de salvamento y los de los otros países y los acercan a puerto seguro. Esos países, menos el nuestro, han decido echar el cierre por ‘overbooking’.
Somos un país de mafias: partidos, sindicatos, portuarios, narcotráfico, taxistas, y tráfico de personas (Ver ‘La Saga de La Encomienda’). Sin olvidar farmacias, bancos y cajas de ahorro, eléctricas, petroleras, y telefónicas. Los famosos oligopolios, que sustituyen a los monopolios, aunque sean lo mismos perros con diferentes collares. Nos faltaba la mafia de la inmigración ‘masiva’, ya la tenemos en la colección. Otro día hablamos de la inmigración latino-americana y de las ‘maras’ asesinas que han comenzado a instalarse en España.
Grecia e Italia descubrieron el tocomocho y cerraron la muralla, ¿nosotros?