MLFA
Es ‘emigrante’ la persona que intenta mejorar sus condiciones de vida en otro país diferente del que le vio nacer; es la definición correcta, no hay otra, a no ser, claro está, que ‘estrujemos’ el lenguaje con aviesas intenciones. Es ‘refugiado’ el ciudadano de un país que se ve impelido a abandonarlo por razón de conflictos armados o persecuciones políticas y religiosas. El refugiado tiene derecho, reconocido por el resto de países, a recibir ‘asilo’ en el país al que consiga llegar, por sus propios medios, o bien a través de organizaciones humanitarias internacionales. El emigrante sólo tiene derecho si es reclamado para trabajar dignamente y con contrato. Así lo hicimos cientos de miles de españoles en buques extranjeros, en astilleros y fábricas de Europa, en los complejos hosteleros británicos, y en los ingenios (grandes factorías) azucareros de Latinoamérica y Guinea, entre otros destinos.
Los españoles de cierta edad y los jóvenes cultivados sabemos de esto