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Hospital de campaña durante la pandemia de coronavirus "SARS-Cov-2". Fotografía cortesía de Borja Sánchez-Trillo.
En primer lugar hemos de reconocer que el comportamiento de la población, en lo que a nuestro país se refiere, resultó ser 'ejemplar'; superando a otros países tenidos como modelo de democracia y convivencia cívica. Todos recordamos, por poner un ejemplo, al premier británico Boris Jonhson, en plan 'cogorza', con sus amiguetes y compañeros de gabinete, durante todo el confinamiento.
Volviendo a España; se nos quiere hacer creer que "la vida sigue igual" (como cantaba Juliño cuando lo de Franco). Sánchez utilizó hasta la saciedad la expresión ¡Vuelta a la normalidad! como si nuestra vida anterior a la pandemia fuera 'normal'. Al tiempo que 'demonizaban' a quienes hablábamos de "Nueva Sociedad".
La pandemia nos obligó a reflexionar que el 'cambio' de siglo se había producido en 2020, no en 2000
Las dos primeras décadas del siglo XXI: (Zapatero + Rajoy + Sánchez) se habían caracterizado por el eslogan francés del ¡Laissez faire laissez passer, le monde va de lui même! y fue al final de la segunda: 2017-2020, debido al 'Procés' catalán, cuando el Estado tomó conciencia de que España no era la 'Arcadia feliz' que esos tres presidentes ineptos propugnaban, sino que existían conflictos de gravedad a los que había que hacer frente en aras de la 'modernización' de nuestro país. Aún 'reprimidos' y 'humillados', los catalanes se 'alejan' de España; y los vascos, aún pactando con Madrid, también se 'alejan', lo único que ha variado es la velocidad de crucero de la 'Hégira'.
Como siempre; les salió el Goya que llevan dentro, y 'reprimieron' a los del Procés en plan Nicaragua
Pero volvamos al titular; durante el confinamiento los españoles tuvieron tiempo para reflexionar acerca de sus vidas y las de sus hijos y nietos, y comprobaron que no había 'futuro'. Que la fiesta había terminado y el Estado daba en 'fallida'.
El Estado, endeudado hasta las cejas, no podía hacer frente a una Sanidad Universal, a pesar del encomiable esfuerzo del gobierno de Sánchez por controlar la "Covid-19", y es en época 'post-pandemia' cuando se contrasta que la Sanidad Pública está en quiebra técnica. Lo mismo podríamos decir de la Educación Pública, esta deja mucho que desear. Algunos hemos llegado a pensar que Europa está contenta con Sánchez porque 'gasta' poco en Sanidad y Educación, y menos en Infraestructuras pero cumple religiosamente con los intereses de la deuda soberana. Con un 'socio' como Sánchez, ¿para qué quiere a los del PP? a fin de cuentas el PSOE es más 'europeísta' que el PP y Feijoó no sabe una palabra de inglés.
Personalmente; he utilizado los servicios sanitarios y educativos públicos y privados indistintamente
Consideraba que el gasto en Sanidad Privada y Farmacia era tan obligado como el gasto en alimentación y artículos de limpieza; en automóviles y en vivienda, y, por supuesto, en educación primaria, secundaria y universitaria. A cambio, nunca disfruté de una 'segunda residencia'. Colegios privados: La Salle y Colegio Alemán; Seguros Médicos: Igualatorio y Asistencia; Idiomas con nativos en sus países; en definitiva, el 'Gratis Total' de los felipistas era una falacia que los sucesivos gobiernos PPSOE han seguido manteniendo hasta conducirnos a la ruina y a la ausencia de futuro para la mayoría de ciudadanos. Ahora, cuando nueve millones de 'jubilatas' utilizamos a diario la Sanidad Pública, se constata que han saltado las hechuras del sistema; ahora, cuando millones de familias no pueden pagar 'clases de refuerzo particulares' a sus hijos, se constata que la educación hace aguas; los maestros son pocos, mal pagados y poco formados, y muchos se confunden con 'indigentes', por su vestimenta y calzado, barbas ralas, a veces sucias, y cabellos desordenados. En algunas profesiones existe el 'plus de uniformidad' (antiguamente conocido como 'masita'); personalmente vería bien que se recuperase; o, al menos, que los maestros tomaran buena nota de la vestimenta y calzado de las ministras de 'Podemos' y sus modelos de 'pasarela'. A fin de cuentas, ambos colectivos, maestros y políticas son 'servidores públicos'.
¿Y los pobres? pues eso; si tu hijo es buen estudiante hay que 'becarlo' para que se haga médico: ¡Si no, NO!
(Si no quiere estudiar y los padres no le obligan, siempre le quedarán las 'bolsas' de barrendero municipales)
No importa el precio de los carburantes, de los hoteles y de la restauración. España es una enorme tarjeta VISA... ¡Hasta el colapso final! Foto 2023.
Durante el período comprendido entre mediados de 2022 y finales de 2023 los españoles han dispuesto de unos ahorros, por la austeridad obligada durante 2020 y 2021; y de unas facilidades crediticias (2021), que han permitido un ocio vacacional y un consumo, más bien moderado. Nos vemos deslumbrantes y engañosos respecto de nuestra situación económica post-pandémica. Los expertos prevén una 'Cuesta de Enero de 2024' que recordará la subida al Himalaya. Las pensiones subirán entre un dos y un tres por ciento, igual que el SMI, salvo que gobierne PP-VOX, en cuyo caso este último quedaría congelado. Los salarios subirán entre el uno y medio y el dos por ciento. Los ahorros de la pandemia ya se habrán evaporado y la ciudadanía se dará de bruces con la realidad.
Mientras tanto; el ton-ton Sánchez ofrece 100.000 viviendas sociales... ¡Y dos tazas, que diría el clásico!
(Existe gran preocupación por los automóviles 'viejos', la sanidad, los alimentos, la energía y por el agua)